Este año, denominado por el gobierno como “Año del dialogo y la reconciliación Nacional”, se cumplen 18 años ininterrumpidos de democracia en nuestro país; algo histórico ya que salimos del “autoritarismo competitivo”, como se denomina la dictadura de Alberto Fujimori, que renunció al cargo de Presidente Constitucional de la República via fax, tras el escándalo de los vladivideos, en los cuales su asesor el “Doc. Vladimiro Montesinos” sobornaba a congresistas y autoridades para apoyar al gobierno.
El martes 20 de marzo de 2018, se publicaron videos en donde los congresistas Kenji Fujimori, Bienvenido Ramírez y Freddy Aragon (funcionario de la SUCAMEC, como parte del gobierno), ofrecían al congresista Mamani obras para su región a cambio de que su voto sea en contra de la vacancia del señor Pedro Pablo Kuczynski y se una al grupo disidente de Fuerza Popular, los autodenominados “avengers”. Definitivamente esto puso en jaque al gobierno y precipitó la renuncia de Kuczynski, ya que, si con lo de H2Olmos o Lava Jato no lo vacaron la primera vez, con este escándalo se comprobaba su incapacidad moral y definitivamente el segundo pedido de vacancia prosperaría.
Es claro que el gobierno de Kuczynski no tuvo la capacidad para gobernar, no tuvo la capacidad de gestionar frente a la oposición a fin de alcanzar la gobernabilidad en todo su periodo; pero también es claro que Fuerza Popular y su lideresa Keiko Fujimori, desde el primer día de gobierno de Kuczynski, hicieron hasta lo imposible a fin de obstaculizar y poner trabas a la gobernabilidad. Lamentablemente, toda esta crisis en la politica nacional nos recuerda los peores años de la dictadura de Alberto Fujimori, grabaciones sin autorización y compra de la conciencia a cambio de favores. En ese sentido, es claro que en 18 años de democracia la realidad politica de nuestro país no ha mejorado, ya que los intereses privados priman antes que el interés nacional.
Se puede decir que, si en los 90´s surgieron los llamados vladigames (vladivideos, corrupción y renuncia presidencial), con el accionar de Fuerza Popular, los “avengers” (cambio 21) – en estricto del fujimorismo – y de los demás políticos que elegimos, nos encontramos en una nueva etapa, la de los vladigames 2.0. El 21 de marzo de 2018, nuevamente marcó un hito en la historia democrática de nuestro país, el señor Pedro Pablo Kuczynski renunció a la presidencia de la República ante la inminente vacancia por incapacidad moral, proceso que se llevaría en su contra el día de hoy en el pleno del congreso. Hoy corresponde que el congreso acepte la renuncia del señor Kuczynski y que el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, asuma las funciones de presidente como corresponde conforme a la Constitución Política de nuestro país, empero no se sabe que pasará luego de ello.
El escenario más prometedor sería que el señor Vizcarra, al asumir funciones, convoque a elecciones generales y se dé una reestructuración en nuestros poderes estatales, ya que considero que esta crisis puede pasar factura a la clase politica que tenemos hoy en día, ya que evidenció su escasa calidad moral. Pero como se ha indicado líneas arriba, nada es seguro, mientras tanto solo nos queda ejercer el control social.
La renuncia de Kuczynski era lo más razonable y políticamente correcto tras la difusión de los videos, pero recordemos que el congreso continúa conformado por los mismos personajes, y las trabas y obstáculos pueden continuar. Para que un gobierno prospere es necesario el equilibrio en los poderes estatales (ejecutivo, legislativo y judicial) lo cual hoy en día no tenemos. Por lo que considero pertinente hacer un llamado a la ciudadanía, a fin de que ejerzamos el control social como nos corresponde, ya que, si nosotros los elegimos, podemos exigir que piensen en el país antes que en sus intereses personales.
Miguel Angel Rojas Rios
Abogado
Maestrando en Gobierno y Políticas Publicas
rojasr.miguel@pucp.edu.pe