Triste realidad
Cualquiera pensaría que se trata de una piscigranja en plena ciudad o de pronto un centro de recreo, pero no. Ya sabemos que cada vez que llueve las calles quedan en este estado. Los vecinos de la Urb. Calvo de Araujo e incluso este Jardín de Infancia, sufren las consecuencias de las inundaciones citadinas.