Los iquiteños vamos a elegir a la nueva autoridad que administrará la Provincia de Maynas durante cuatro años y me temo que nos volveremos a equivocar. A juzgar por lo que se ve y escucha. Más de lo mismo. Los mismos de siempre. Los discursos similares y grandilocuentes. Las propuestas llenas de demagogia y generalidades.
En este río de candidatos los posibles protagonistas de las elecciones provinciales no se detienen en su afán de lograr el voto de los ciudadanos. Deberían hacerlo. Por la ciudad y la provincia. Si al menos una minoría de candidatos pensara en el desarrollo de Iquitos tendrían que llamar en el acto a, mínimo, dos profesionales que insistentemente piden que las autoridades hagan algo por la convivencia decente y cuiden la salud de los pobladores.
Cada uno en su campo pero con igual sensatez y pedagogía han dicho lo que necesitamos. Pero nadie los escucha. Ni las autoridades actuales y, lamentablemente, ni las que vendrán a partir del 2019. Gabriela Vildósola, arquitecta, y Percy Zamora, médico, como tantos otros profesionales que desean aportar a la ciudad y los ciudadanos son excluidos del debate político cuando deberían estar en agenda.
Gabriela Vildósola, decana del Colegio de Arquitectos de Loreto, en cuanto foro que puede y en algunos que la misma entidad que dirige organiza no se cansa –ojalá nunca se canse- de persistir en el intento que se planifique el desarrollo urbano. En ese propósito –felizmente- le acompañan los más de 70 arquitectos que están registrados en el CAL. Y no habla de generalidades sino de propuestas concretas, incluso que van más allá del período de gobierno de cada autoridad, como es el caso del Parque Bicentenario. Habla de un lapso de diez años donde los iquiteños sepamos qué hacer y por dónde apuntar para convertirnos en una ciudad desarrollada y que sea vista como tal para que sea una forma de motivar la visita de nacionales y extranjeros. Pero pocos –incluso en los medios de comunicación- la hacemos caso.
Percy Zamora Perea, dermatólogo que luego de realizar sus estudios profesionales en Argentina, donde obtuvo la especialización, es un convencido que se puede reducir los casos de cáncer a la piel que provoca la radiación solar. En otras ciudades –como Arequipa- ya lo han logrado. En la capital sureña el uso de sombreros y bloqueadores es una actitud ciudadana motivada e incentivada por políticas regionales y provinciales conjuntas. Zamora, en los lugares que puede y a veces casi de intruso, explica las consecuencias mortales de la radiación que soportamos los iquiteños. Y tiene, totalmente diseñada, una política pública para que los efectos se minimicen.
Son dos ejemplos de lo que debemos hacer en campos específicos. Hay más, sin duda. Ojalá los candidatos consideren sus propuestas y se logre –la esperanza es lo último que se pierde- avanzar en esos aspectos. Sino tendremos cuatro años más perdidos de las casi tres décadas que ya vamos eligiendo alcaldes en Maynas.