¿Se puede tener una vida comprometida con sus ideales y no claudicar?, si la respuesta es afirmativa, a bote pronto pudiéramos preguntarle, dinos ¿cuál es el secreto? Me parece que vivir comprometido no es tan fácil pero hay muchas personas que lo consiguen y nos dan esas lecciones de ética consigo mismo. Sin alardear, sin murmurar ni haciendo aspavientos. No son santos ni santones sino ciudadanos de a pie y anónimos que lo han podido hacer. Llevar una vida digna ¿hay políticos que pueden decir que tienen una vida digna? Son aquellos que huyen de las luces, de los medios de comunicación y de las redes sociales ¿de la sociedad del espectáculo? A propósito de estas, de las redes sociales, hace poco leía en uno de los muros de FB de una persona de cincuenta y tantos años en que él mismo hacía una reseña de su trayectoria de vida y glosaba para terminar que era una vida ejemplar ¡Toma ya! No daba crédito a lo que leía. El mismo se evaluaba y se ponía una nota alta ¿es posible tremendo acto de narcisismo? Pues sí, las redes sociales dan pie a esos exabruptos y otros. Están diseñadas para eso. El pata tenía muchos likes (¿en verdad, quienes pusieron likes eran sus patas?) y ante el éxito obtenido colgaba, súbitamente, una foto de aquellos años en que se supone empezaba este monje de la humildad y modestia. Era más joven y no tan viejuno como ahora, gordo y con pocos cabellos y rostros de enfadado. Más comentarios y likes ¿estaba en racha? Está muy claro que este acto de vulgaridad y casi obsceno no era, ni es ni será una vida comprometida ni ejemplar. Los héroes no cuentan sus hazañas, lo que lo cuentan y reconocen son los otros, pero no él. Es más, se sabe que estos héroes anónimos restan importancia a lo que hacen, le quitan hierro. Dicen más o menos así, cualquiera lo hubiera hecho en una situación como la mía. Con una vida comprometida pasa igual. No puedes colgarte medallas, te la deben colgar, no los turiferarios sino el tiempo que valora lo que has hecho.
