Según informes de la Organización Mundial de la Salud las cesáreas no deberían superar el 15% de los partos, y sin embargo lo superan, sobre todo en América Latina. En países como México o Brasil, uno de cada dos partos es por cesárea. La razón de la preocupación es que con el parto por cesárea, aumenta el riesgo para madre y bebé y se anulan los beneficios que tiene para ambos el parto vaginal.

A continuación te presentamos algunas de las principales ventajas de un parto natural:

Ventajas del parto natural para la madre:

– En el parto normal existe menos riesgo para la madre. Pierde la mitad de sangre que en un parto por cesárea y las posibilidades de infección uterina son menores.

– Mantiene unos niveles de azúcar en sangre adecuados y ayuda a que la placenta reciba más oxígeno.

– Podrá estar con su bebé de forma inmediata. En el caso de cesárea, la madre tiene que esperar a que terminen de coser la cicatriz y se recupere para poder ver a su hijo.

– La hospitalización es menor, de unos dos o tres días. En el caso de cesárea, suele ser de unos cinco días.

– Al no someterse a una intervención quirúrgica, la recuperación será más rápida. Tal vez tenga que soportar unos puntos si le realizan una episiotomía, pero el riesgo de infección de la herida es siempre mayor en el caso de cesárea.

Ventajas del parto natural para el bebé:

– Al pasar por el canal del parto, el bebé se impregna de todas las bacterias de su madre y éstas le ayudarán a fortalecer su sistema inmunitario.

– Durante el parto normal, el bebé también genera hormonas, como la adrenalina, que le mantendrán en estado de ‘alerta’ en sus primeras horas de vida. Además de aportarle energía y calor, le ayudará a la hora de iniciar la lactancia.

– El bebé arroja todo el líquido de los pulmones.

– Recibe una mayor oxigenación. En el caso de cesárea tiene más riesgo de sufrir insuficiencia respiratoria.

– Se encuentra de forma inmediata con su madre, lo que favorece de paso a la producción de leche y fortalece el vínculo afectivo.