Escribe: Héctor Tintaya Feria
El Congreso está debatiendo el retiro del 95,5% de los fondos de las AFP en una decisión que revela que el oficialismo ya no tiene ningún peso en el legislativo, pues hay varias versiones que cada vez son más ciertas de cómo se intentó bloquear esta discusión por parte de la pareja presidencial, cuando eran mayoría como si tuvieran un mandato expreso de no tocar a las administradoras de pensiones. Ahora si ese peso, la oposición por clamor popular pone en agenda este tema vital.
Sin embargo el premier Pedro Cateriano ha salido prácticamente a amenazar a los congresistas indicándoles que tienen que evaluar esta decisión pues la constitución ampara a este fondo provisional, como si intentase decir que, sí se aprueba en el parlamento la disposición de los fondos, una maniobra legal la podría hacer retroceder, claro, si habla él, ya sabemos quién habla.
Si en campaña electoral, no le sale una al nacionalismo, esta decisión de liberar los fondos y su apoyo en el parlamento podría volver a encarrilarlos en campaña tibiamente. Hay quienes piensan que en realidad ya están muertos para todo. Incluso para pasar la valla electoral y por eso Milton Von Hesse va ser expectorado de su apadrinamiento de ser el candidato de Nadine – Ollanta pues se han dado cuenta que su candidatura no pega.
Daniel Urresti empoderado y más suelto de huesos alista su retorno y su original 5% de intención de voto que podría alcanzar los harían sobrevivir. Pero a esa decisión requieren algunos gestos que, agrandados con el marketing político, podría hacer que la pareja presidencial salga por la puerta mediana. Una de ellas es la aprobación de esta ley. Más allá de las discusiones constitucionales no hay nada más genuino y libre para el mercado que un pensionista pueda disponer de su dinero, como mejor le plazca.
El estado no es el padrastro o el cuidador ni el asilo de un ciudadano que ha dejado de trabajar para velar por su vejez y, menos, con las miserias que entregan como pensiones, como sucede con el promedio del peruano. Si existe algún desorden en su gasto al llevarse el 95.5% está en todo el derecho que le da ser propietario de ese dinero. Al menos va tener una atención en salud e incluso muchas aseguradoras pugnarían por esos fondos haciendo atractivos sus beneficios. Es decir, si a este gobierno tanto le ha gustado el juego del mercado no hay nada mejor como dejar que los ciudadanos decidan cómo quieren vivir antes de morir.