Los equipos técnicos de las bancadas de Frente Amplio y Nuevo Perú se reunieron el último martes en el Congreso de la República para analizar la presentación de una moción de vacancia conjunta contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
La cita fue productiva: hubo consenso en los pormenores de la moción de vacancia y se distribuyeron las tareas para concretarla.
Sin embargo, existe un tema sobre el que hubo dudas: la pertinencia de presentarla antes o después de conocer las respuestas que dé Kuczynski a la comisión Lava Jato del Congreso, y lo que diga el ex representante de Odebrecht en el Perú Jorge Barata, a fines de febrero, cuando sea interrogado por fiscales peruanos en Sao Paulo, Brasil.
Si Kuczynski no convence a la comisión Lava Jato y si lo que se filtra a la prensa del interrogatorio a Barata lo compromete, la moción de censura sería contundente y recibiría el respaldo de otras bancadas.
En otro escenario, si Frente Amplio y Nuevo Perú presentan la moción de vacancia sin conocer nuevas evidencias contra el presidente, corren el riesgo de no conseguir el respaldo suficiente de otras bancadas.
Los asesores de Frente Amplio y Nuevo Perú analizan cómo y cuándo presentar la moción. Les preocupa el fondo y la forma. “Están jugando (un rol importante) el cronograma y la pertinencia. Algunas bancadas, como Acción Popular, han dicho ‘Sí, de acuerdo, pero primero escuchemos a Barata’. Casi en el mismo sentido está APP”, detalló una fuente de Frente Amplio a La República. Su versión fue corroborada desde Nuevo Perú.
“Frente Amplio y Nuevo Perú han acordado ir caminando y no hay ninguna contradicción de fondo, sino básicamente ponerse de acuerdo en la pertinencia del tiempo y de los elementos que van apareciendo”, agregó.