El nombre de Patricia Donayre Pasquel ha venido sonando desde lo muy hondo y pasado de la cancha política. Elegida congresista por Perú Posible en el año 2011, Patricia no solo es y seguirá siendo la hija de un luchador social, y que por lo menos buscó la forma de involucrarle en la política, (porque lideresa no lo es, a nadie representa, a nadie lidera) gracias a los méritos ajenos. Después de haber sido congresista por Perú Posible, quiso reelegirse por PPK, no logrando una curul; y ahora se le ve muy emocionada y hasta perpleja del “gran cambio auténtico” en Keiko, por lo que le llevó a optar por la línea de Fuerza Popular para postular como congresista para Loreto. Pues ahora, la congresista Patricia Donayre se convirtió en la segunda legisladora que renuncia a la bancada de Fuerza Popular —la primera fue Yeni Vilcatoma— y afirmó que “recuperó su independencia”.
“Alentada por sus palabras cuando me invitó a formar parte de la lista, inicié este proyecto político con mucha ilusión de poder llevar a cabo reformas importantes que ayudarían a fortalecer la democracia (…) Pasados los meses, pude comprobar con desazón que el accionar parlamentario no corresponde a los planeamientos y compromisos que se hicieron públicos en campaña (…) No puedo dejar de expresar mi malestar por el proceso disciplinario instaurado en mi contra, basado en un reglamento absolutamente inconstitucional. Como comprenderá, mis convicciones democráticas y los principios que orientan mi vida personal me conducen a tomar la decisión de renunciar al grupo parlamentario de Fuerza Popular”, dice su oficio de renuncia.
“Siento que no hay una auténtica democracia en un reglamento donde se establece que la presidenta del partido presida el grupo parlamentario. Estamos partiendo de un acto que no es democrático, porque no puede presidir el grupo parlamentario quien no ha sido elegido como congresista de la República. En esta bancada falta un poco de democracia para tomar las decisiones en base a acuerdos parlamentarios. A partir de ahora recobro mi independencia para seguir trabajando por el país y hacer realidad los proyectos de ley que han quedado encarpetados en la bancada, como el proyecto de la bicameralidad, el proyecto de la Amazonía sostenible, que duermen el sueño de los justos en el pleno… Cuando se me invitó a formar parte de la lista parlamentaria, se me indicó que se iba a marcar una clara lucha contra la corrupción y lograr objetivos importantes para el país, como el de la reforma electoral, y hasta ahora eso no ha sucedido”, dijo en su momento.
De todo lo dicho por Patricia, ante su renuncia, preocupa a los loretanos darnos cuenta la baja calidad política que tiene nuestra congresista, ya que el partido de la cual ha renunciado, tiene prácticas antidemocráticas, que ella más que nadie conocía, y que el hacerse de la vista gorda, para haber aceptado a Keiko su propuesta, le convierte en una inmadura política, que ahora no le queda el papel de ingenua. Quienes ya hemos perdidos somos los loretanos, no por la renuncia de Patricia, sino por haberla elegido, que con su representatividad, dio fuerza al monstruo gigante que pisa fuerte: Fuerza Popular. La Amazonia se escucha en su boca solo en momentos de coyuntura política para sentirse con respaldo, pero nada hizo por la Amazonia, nada hará; como el resto de congresistas por Loreto en manos de Keiko, que solo hacen lamer la mano sucia de sus lideresa, más no responder a sus promesas hechas en campaña para el beneficio del pueblo loretano, al mismo ritmo de Patricia.