ESCRIBE: Tato Barcia

El pasado miércoles 3 de julio de 2019, se publicó en el Diario Oficial El Peruano, la Ley N° 30977, “Ley de Promoción de la Amazonía Sostenible”; este es el “flamante” nuevo precepto “dizque” para desarrollar nuestra región. Una iniciativa presentada por la camaleónica congresista Patricia Donayre Pasquel. La importancia que adquiere esta nueva disposición del Congreso radica en que será el parámetro según el cual deberán ser elaboradas todas las normas y regulaciones que tengan que ver con la Amazonía, de acuerdo a los siguientes ejes: Seguridad alimentaria (no sé qué significa), Ordenamiento territorial (obstrucción a la actividad privada), Condiciones de desarrollo (señales de humo) y finalmente,  Puesta en valor (más señales de humo).

La congresista Patricia Donayre pareciera adicta al protagonismo; conocida entre sus colegas por su actitud intransigente, ya que los proyectos de ley que ostenta siempre buscan evitar que puedan conversarse, discutirse y/o defenderse con inteligencia. Su gran pecado, entonces, siempre fue creerse dueña de la verdad; no acepta una sola crítica. Y tampoco es consciente que para legislar, se requieren intercambio de ideas, consenso y mayoría. Su carrera política tiene una inmensa capacidad de reciclarse (y acomodarse); con una tremenda capacidad de “mutar de piel» a conveniencia, en otras palabras es la “Reyna de las Tránsfugas”. Habiendo militado hasta la fecha en las filas de 7 agrupaciones políticas, de los matices más variopintos entre ellas. Habiendo declarado en una entrevista al “Diario Peru 21” (15-09-2017) lo siguiente: «Sé que hay una necesidad de una representatividad de la región, yo no me creo la última coca cola del desierto, pero lo que sí tengo es pasión por mi región, no necesariamente se tiene que tener cualidades intelectuales, creo que el amor a Loreto es mucho más importante y es lo que yo siento». Frase que me releva de mayores comentarios. 

Uno de los temas de moda actuales es el impacto ambiental, y sin duda tiene una relación estrecha con la economía a nivel macro y micro, aunque no es una relación estrictamente proporcional. El descuido hacia el ecosistema en el que se desarrolla una economía tiene fuertes consecuencias, desde la desaparición de especies hasta el consumo indiscriminado de los recursos naturales. Y es ahí, donde tiene el punto de partida lo que pregona la congresista Patricia Donayre; pero lo que olvida esta “Madrastra de la Patria” es que la evaluación del impacto ambiental juega un papel de suma importancia en la economía, ya que se vuelve imprescindible que exista una armonía entre el medio ambiente y el desarrollo de la actividad económica (sostenibilidad). De no ser así, tarde o temprano su propuesta legislativa será letra muerta y terminará engrosando como una de las tantas leyes que se dieron y terminaron olvidadas ya que fueron producto de ideas particulares, y no consensuadas con los diversos actores socio-económicos de nuestra región.

Cuando hablamos de promoción de la Amazonía sostenible, se me viene a la mente todo aquel desarrollo “Que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones” Instintivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede conservar. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por lo que, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para CREAR petróleo a partir de la biomasa. Es por eso que la congresista Patricia Donayre es una acérrima crítica a la explotación de petróleo o cualquier otro recurso natural no renovable, ya que le genera aplausos y hasta votos en las próximas elecciones.

Sobre este último punto, es preciso recordar que la Comisión de Energía y Minas del Congreso recomendó este lunes 01/07 aprobar la derogación de devolución de IGV y del Impuesto de Promoción Municipal a la actividad de exploración petrolera. De esta manera se está haciendo poco atractivo para inversionistas que potencialmente muestren interés en invertir en este rubro en Loreto. Les están diciendo prácticamente que NO EXPLOREN ya que la actividad exploratoria de hidrocarburos es de alto riesgo y no estaría supeditando la devolución a que el contratista petrolero demuestre que llegará a la etapa de extracción comercial, tendría una inversión inicial sometida a imprevistos no coberturados adecuadamente. Ya que están sujetas a un alto nivel de incertidumbre producto de los riesgos de descubrimiento (baja probabilidad de descubrir un yacimiento) geológico (alta variabilidad en tamaño del yacimiento y calidad del petróleo), del proyecto (cantidad de reservas, métodos, tecnología y requerimiento de inversión), de mercado (volatilidad de los precios, tipo de cambio) e intangible (política normativa, regulatoria y coyuntura económica) que se pueden presentar en el desarrollo del proyecto, los mismos que no permiten tener certeza de la rentabilidad que puedan obtener los inversionistas, por lo que se hace necesario establecer ciertos mecanismos de incentivo para promocionar la inversión en exploración. Extender exoneraciones a exploración petroleras en nuestra región hubiera sido una señal ‘positiva’ para los inversionistas extranjeros.

Porque mirarían a Loreto como mercado posible para sus capitales, ya que muy por el contrario otro países vecinos (tipo Ecuador y Colombia), incentivan exhaustivamente a las empresas petroleras para incluir maquinaria y equipo sofisticado o hacerla flexible para ir incorporando nuevos bienes y de esta manera ir de la mano con el dinamismo de la innovación tecnológica en materia de hidrocarburos. Como puede apreciarse, sería conveniente que los órganos competentes revisen este retiro de beneficios tributarios y que la sociedad civil loretana (ávida de puestos de trabajo), proponga algunas otras a fin de dinamizar la inversión en exploración del sector hidrocarburo,  generando liquidez a través de otra fórmula de tributación en un contexto de precios bajos, debido a un exceso de oferta del petróleo en los mercados internacionales y la desaceleración de China, el mayor consumidor energético del mundo junto a Estados Unidos, vienen afectando gravemente la exploración de hidrocarburos. Por ello, en un contexto de alta incertidumbre resulta poco inteligente retirar los beneficios tributarios a las exploraciones petroleras en Loreto. Tras cuernos… palos! 

Pero lo más preocupante es que esta nueva iniciativa legislativa es lo que manifiesta en su artículo 3ro; que dice a la letra “que está se realizará con cargo a los pliegos presupuestales respectivos y sin generar demandas adicionales al erario nacional”. Es que acaso se pretende gravar con más impuestos a la ya precaria y golpeada actividad empresarial en la región. La congresista Donayre se olvida o no conoce que en todas las zonas en las que se propuso este tipo de ley, no ha dado los resultados esperados, es más su objetivo principal es satanizar a los empresarios con el tema tributario y lo único que termina generando, es más corrupción. La citada congresista no debe saber que nuestra región ocupó el primer lugar en inflación a nivel nacional en los primeros 6 meses del presente año (duplicando el promedio nacional). Ni que el 36,2% de la población de Loreto se encuentra en extrema pobreza. El 56.7% de la población en pobreza. Y solo el 7.1% puede acceder mediamente a un ingreso decente. Tampoco debe conocer que el empleo cayó dramáticamente en los últimos 4 años. Actualmente solo el 9.7% de la «PEA» de Loreto tiene empleo estable, sub-empleada 55.4% y desempleada el 34.9%. Y que además somos la única de las 25 regiones del Perú que no creció en los últimos 10 años (-1.2% en el periodo 2009-2018). Por eso y por muchas razones más es importante que la región Loreto sea atractivo para la inversión privada, sea está nacional o extranjera.

La “Ley No 30977” es una norma que abona a la falta de capacidad gerencial y de manejo de obras prioritarias en el GOREL. Es una pena que LORETO que es tan importante como Ucayali y San Martín muy vinculadas social y comercial no tengan por ejemplo un buen puerto y una carretera que nos conecte a la red vial nacional. De dónde saldrán los recursos para implementar esta nueva ley; ya que no existen y eso de Amazonia sostenible, la verdad es muy cuestionable. La verdad es que la “Banca Privada” en Iquitos trabaja  a pérdida, ya que el mix de sus balances lo terminan maquillando y su presencia obedece más a un tema de Mercado, ya que su cartera de colocaciones el 80% es “MYPEs” y “PYMEs”; y tan solo el 20% corresponden a la mediana y gran empresa, que son las que lo sostienen, dentro del segmento “MYPEs” está la empleocracia del Estado que es la que soporta el peso de nuestra alicaída economía. Casi el 30% de la masa laboral indirecta, más o menos 45 mil ex trabajadores petroleros y forestales en los últimos 5 años, se volvieron motocarristas. Inclusive los fenómenos climáticos del 2017, 2018 afectaron la cartera crediticia en la zona. El Estado mediante el MEF sacó una norma otorgando reprogramaciones de deuda a los clientes con clasificación NORMAL y con periodo de gracia de 6 meses para que puedan ordenar sus flujos de caja y el sistema financiero no lo terminó haciendo. Por eso vimos que muchos de los funcionarios bancarios no asesoraron adecuadamente a los clientes. La SBS que tiene sede en Iquitos debió orientar a esos clientes y nada, solo se limitó a hacer cuadritos informativos, lo tangible es la asesoría de campo. Por eso muchos empresarios loretanos en este momento están en “default”.

La congresista Patricia Donayre debió prever adecuadamente los impactos ambientales en primer lugar, tratando de minimizar los efectos perjudiciales para el sector empresarial de nuestra región. Sin embargo, me da la impresión que esta “nueva ley” no contempla las limitaciones legales, técnicas y económicas para su establecimiento en el corto plazo, y de esta manera, reducir los costes previos. Unos costes que tendrán que ser amortizados dentro de las utilidades generadas por el sector privado, aunque uno de los retos debió ser también lograr el equilibrio económico-técnico-ambiental que, en teoría, se facilita con innovaciones tecnológicas, aunque muchas veces no es posible a corto plazo. La pregunta entonces sería: ¿tenemos suficiente tiempo para lograr ese equilibrio? Aunque, una vez más, como ocurre tantas veces en nuestra región, la ficción puede superar a la realidad. Esto está demostrado en nuestros políticos, donde ¡tantas veces hablan de los valores que no tienen! La sensatez últimamente brilla por su ausencia.