Las encuestas son el aliño en manos de los políticos, la sazonan de acuerdo como se hayan levantado y que sirva para su lucha electoral. Por ejemplo, el mentado informe PISA es usado por los políticos, y políticas, para dar el empujón final y adelantar los funerales de la educación pública. Manejan las cifras a su antojo, el interés común les importa un pimiento. Sí la educación pública anda mal es porqué es pública, es parte de su socorrido argumentarlo ya conocido, y por ello señalan muy ufanos y con cara de no matar una mosca, hay que privatizarla a como de lugar. Igual podríamos decir lo que está pasando con la sanidad/ salud pública. Hasta hace unos años los políticos de izquierdas (si eso es el PSOE aquí en España, de izquierdas, nadie lo cree) y el partido conservador el PP, se desgañitaban de elogios a los cuatro vientos hacia la sanidad pública, eran lisonjas interesadas y para quedar bien ante su electorado. Es más, decían que venían personas de otros países para copiar el modelo español. En dos años ha pasado a ser una de las peores y hala a privatizarla. Vamos de un lado para otro y como instrumento están las encuestas. Y esta, la demoscopia tiene una lectura interesada, por ejemplo, acaba de salir la encuesta de violencia de género en Europa y señalan a los países nórdicos como los países de mayores porcentajes de denuncias por violencia de género. Y los diarios y los noticiarios de la península anunciaban con el pecho henchido que el país con menos denuncias por maltratos contra las mujeres es España, desgraciadamente y es lamentable, están haciendo una lectura corta y miope de la encuesta. ¿No es acaso que las mujeres nórdicas están más sensibilizadas y por eso denuncian esos acosos? Mientras que en España ante una situación de abuso se esconde bajo la alfombra, se mira hacia otro lado o ésta se tolera. Por favor, a los y las periodistas más mesura al publicar y leer las encuestas.
