La Fiscalía Especializada en Delitos de Trata de Personas de Cusco, obtuvo 9 meses de prisión preventiva para Yosney Jholfran Borges Diaz (28) alias “culón” y Jesús Andrés Terán Gonzáles (24) “Jesus Terán”, ambos de nacionalidad venezolana, por el delito contra la dignidad humana, en la modalidad de explotación sexual agravada.
Según la Fiscalía, ellos buscaban aprovechamiento económico a través del delito de trata de personas en agravio de una mujer de nacionalidad colombiana. La fiscal provincial Andrónika Zans Rivera logró recabar información de que mujeres venezolanas y colombianas llegan a nuestro país, traídas por sus propios connacionales, con fines de explotación sexual.
Los traficantes de personas esquivan los controles fronterizos entre Perú y Ecuador, hasta conducir a las féminas a la ciudad de Talara, en Piura. Luego, se les distribuye a distintas provincias del territorio nacional.
Los sujetos contactan a sus víctimas a través de redes sociales, como parte de las acciones realizadas por la organización criminal conocida como “Tren de Arangua”. Una vez que arriban al Perú, les obligan a pagar fuertes cantidades de dinero por concepto de “multa”, forzandolas a prestar servicios sexuales y a desempeñarse como dama de compañía.
Tráfico de personas en Cusco
En este caso, se determinó que una de las víctimas generó involuntariamente una deuda de S/.12,000, suma que debía pagar, bajo amenaza, siendo explotada sexualmente. A su paso por Lima, fue obligada a viajar a Cusco, por ser zona turística.
En esta ciudad los ciudadanos venezolanos Yosney Jholfran Borges Diaz y Jesús Andrés Terán Gonzáles la recibieron en el Terminal terrestre del Cusco y la transportaron a un hostal de la ciudad.
En este hospedaje, la mantuvieron retenida para tomarle fotos y publicarlas en diversas páginas donde se ofrecen servicios sexuales, como Skokka. La mujer estaba obligada a pagar la suma de S/.300 soles semanales como cupo, cantidad de dinero que al no poder pagar, le generaron una «deuda» de S/.3,000.
La maltrataban física y psicológicamente, además de sufrir graves amenazas en su contra, de no cumplir con el pago.
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