Augusto Ojanama, refacciona zapatos para mantener a su hija universitaria
“NO TENGO PROFESIÓN, PERO TRABAJO NUNCA ME FALTA”
Augusto es un noble señor de 52 años de edad que se gana la vida refaccionando zapatos, con este humilde oficio está ayudando a la última de sus hijas que se encuentra en la capital cursando estudios universitarios. Este aguerrido señor, espera ver a su hija realizada como profesional para estar tranquilo y satisfecho con su rol de padre.
Augusto está convencido que en Iquitos hay trabajo para todos, lo que falta es el ingenio y la predisposición para lograr todo lo que uno se propone. Este humilde zapatero es un ejemplo de lo que se puede llegar a lograr si se tiene la voluntad de hacer las cosas bien, ya que con su trabajo está dándole la oportunidad a su última hija de estudiar en una universidad de la capital.
¿Cuánto tiempo trabaja como zapatero?
Yo vengo trabajando ya 12 años como zapatero. Antes trabajaba por Masusa, pero me quedaba muy lejos para regresar a casa y como vivo por acá, por el Terminal, mejor decidí quedarme por acá nomás.
¿Tiene hijos?
No tengo ningún hijo tierno, todos ya son mayores, aunque la última está estudiando en Lima. Yo desde acá la apoyo en sus estudios universitarios, le envío lo que puedo, a veces no alcanza, pero ahí voy luchando.
¿Ahora usted con quién vive?
Yo vivo solo, me separé ya hace muchos años de la madre de mis hijos. Desde ahí tuve que esforzarme el doble para sacar adelante a mis hijos.
¿Cuánto gana de promedio diario?
Mínimo se hace 10 soles hasta 20 ó 30, según como está la clientela, pero lo bueno es que no deja de haber, todos los días tengo chambita para hacer.
¿Trabaja todos los días?
Yo trabajo solamente de lunes a viernes, a veces le doy hasta el sábado, pero domingo si no trabajo. Yo soy evangélico y para nosotros ese día no se trabaja.
¿Antes de dedicarse a refaccionar zapatos en qué se ocupaba?
Era carguero en el puerto, siempre tuve chamba que hacer, de una u otra manera tenía trabajo. Por eso siempre digo: yo no tengo ninguna profesión, pero trabajo nunca me faltó. Yo sé lo que es ganarse un plato de comida o una camisa que vestir, siempre honradamente sin perjudicar a nadie.
¿Es natural de Iquitos?
Yo soy de un pueblito que está por los ríos. Llegué a la edad de ocho años acá a Iquitos y desde ahí comencé a chambear en lo que sea, por eso no llegué a terminar ni mi primaria.
¿Dónde están sus otros hijos?
Mis hijos viven fuera de Iquitos, ellos trabajan por la Sierra. Me llena de orgullo saber que pude contribuir mucho en sus formaciones.
¿Se siente que cumplió su rol de padre?
Aún no está cumplido, falta mi última hija: Cuando ella también sea profesional podré decir que cumplí satisfactoriamente como padre y podré estar tranquilo en mi vejez.
¿Qué le diría a la juventud?
A aquellos jóvenes que se quejan que no hay trabajo, yo les digo que trabajo hay un montón, se puede trabajar en lo que sea, solo que no todos tienen la voluntad para hacerlo, prefieren tomar el camino fácil y dedicarse a la delincuencia, pero de eso tienen la culpa los padres.
¿Qué les diría a los padres que viven en medio de la pobreza?
Lo mismo, que deben ingeniarse para trabajar en lo que sea y mantener a su familia, muchos hombres no tienen para que coman ni dar de comer a su familia, pero para la borrachera sí tienen, esos paran borrachos con aguardiente. Verdad que eso molesta y por eso la juventud tiene que hacer lo más fácil, dedicarse a la delincuencia.
Escribe: Randy Wagner Ríos Gutiérrez
(randyriosg@gmail.com)
MUY BIEN AMIGO,ESTO DEBERIA MIRAR MARCO EL DISQUE ASESOR DE OSCE
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