Sentencia de la Corte Internacional de Justicia:
Juan José Plasencia Vásquez
Consejero
Madrid, 27 de enero de 2015.
El autor de la nota, “de origen loretano”, como bien dice en el artículo no sólo fue testigo de excepción en La Haya aquel 27 de enero del 2014 sino que participó activamente en el equipo nacional que se encargó de sustentar la posición peruana. Lo que presentamos a continuación es un testimonio de parte de este diplomático –exalumno agustino para mayores datos- donde se nota el orgullo que siente por su participación y la confianza de sus superiores. Orgullo que contagia y que compartimos con nuestros lectores.
El 27 de enero del año 2014, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió su sentencia en el caso de delimitación marítima entre el Perú y Chile. Esta sentencia otorgó al Perú más de 50 mil kilómetros cuadrados de mar, donde nuestro país tiene el ejercicio de derechos soberanos en los nuevos espacios de acuerdo con la Constitución Política de la República y el derecho internacional en la materia.
Como diplomático peruano, de origen loretano, tuve el enorme honor y responsabilidad de participar a lo largo de este proceso histórico para nuestro país y poder trabajar junto a grandes diplomáticos, juristas, geógrafos, cartógrafos, en el equipo que defendió nuestra posición ante la CIJ.
Cuando en agosto del año 2007, la Cancillería dispuso mi incorporación a la Asesoría del Señor Ministro para Asuntos del Mar, pude conocer a Marisol Agüero Colunga, y bajo su liderazgo, organizar y preparar las reuniones iniciales que irían dando forma a la presentación de la demanda ante la CIJ, el 16 de enero de 2008 por parte del agente del Perú, Embajador Allan Wagner. Luego, con Marisol primero y luego con el Embajador Gustavo Meza Cuadra, tuvimos la responsabilidad de realizar un importante ejercicio de investigación documental en la búsqueda de material que sirviera de base para la elaboración de los documentos escritos, la Memoria y la Réplica del Perú. Esta investigación fue llevada a cabo en el Perú y en diferentes países del orbe. Luego, vendría el difícil trabajo de redacción, diseño y diagramación de los documentos escritos, bajo las estrictas normas de presentación que tiene la Corte para estos documentos, base en la que se sustenta la posición de los países ante los Jueces.
Por cuestiones profesionales propias de la rotación de los funcionarios diplomáticos, luego de la presentación de la Réplica, es decir, concluida la fase escrita del proceso, fui trasladado a la Embajada del Perú en España, donde actualmente presto funciones. No pudo ser mayor mi alegría, cuando mis superiores, en mérito al trabajo realizado, me volvieron a convocar para desde España continuar apoyando los trabajos del equipo y además, me incorporaron al equipo de apoyo encargado de preparar la documentación durante la fase oral ante la CIJ. Junto a un gran grupo de jóvenes colegas y amigos nos trasladamos a La Haya y pudimos brindar todo el apoyo requerido por nuestro equipo jurídico para la mejor presentación de los argumentos peruanos en la fase oral.
Concluida la fase oral, en diciembre del año 2012, vino el período de deliberación, en la que los Jueces de la CIJ debían evaluar cada uno de los argumentos presentados por el Perú y Chile para la elaboración de una sentencia que determinará la existencia o no de un tratado de límites marítimos y de ser el caso, determinar el curso de la frontera marítima entre el Perú y Chile, como había solicitado el Perú en su demanda.
Llegada la fecha determinada por la CIJ, el 27 de enero de 2014, un grupo de amigos y colegas que habíamos participado en el proceso solicitamos autorización para viajar hasta La Haya y ser testigos de este hecho histórico. Así, en el majestuoso salón del Palacio de la Paz, participé de la lectura de la sentencia y compartí con alegría el resultado de la misma. Salude al Embajador Allan Wagner, Agente del Perú ante la Corte Internacional de Justicia, minutos después de haber concluido la lectura de la Sentencia de la CIJ y con Marisol, excelente colega y amiga, nos fundimos en un abrazo sincero recordando el devenir de este proceso desde que se inició en una pequeña oficina de Torre Tagle, hasta su resultado final, orgullo de todos los peruanos y ejemplo para el mundo de madurez cívica entre dos países que resuelven sus diferencias de manera pacífica.
Como loretano, agradezco la oportunidad que me brinda este medio para dirigirme a todos mis paisanos y amigos y a través de estas líneas compartir mi testimonio de este proceso histórico, que hoy 27 de enero, debe servir para recordarnos a todos que cuando se plantean objetivos nacionales, todos los peruanos de Costa, Sierra y Selva, desde la posición que nos corresponda, debemos aunar esfuerzos en la búsqueda de engrandecer cada día a nuestro querido Perú.
Gracias mi querido amigo, cada dia los hermanos de tu promocion «Felipe Benavidez Barreda» 1991, la XXXV del San Agustin, nos sentimos orgullosos de vuestro accionar, los que te conocemos sabes de tu don de hombre de bien y gran amigo, mis mas sinceros saludos a vos y a todos los que conformaron ese gran equipo que han hecho historia, Loreto y el Peru tienen a un gran diplomatico en ti, un fuerte abrazo mi hermano,
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