Catadas. Cuando la Tierra dejó de agitarse, trozos de la fachada del edificio Girasol –una estructura residencial de siete pisos al centro-norte de Caracas– se desplomaron sobre el suelo de una Venezuela recién agitada por reformas económicas que aún no parecieran garantizar estabilidad en el país.
“Sentí una fuerte vibración en el piso y se escuchaba como un fuerte zumbido. A lo que sonó el estruendo de la fachada todos en el depósito salimos a la calle”, relató Walter Nieves, empleado de un depósito de 45 años.
El fuerte terremoto que sacudió el martes por la tarde a la nación sudamericana interrumpió una concentración en apoyo al presidente Nicolás Maduro y provocó la evacuación de decenas de personas de hogares y oficinas.
El terremoto de 7,3 grados –según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos– tuvo una profundidad de 123.2 kilómetros y el epicentro se ubicó 20 kilómetros al nornoreste de Yaguaraparo, en el estado de Sucre, donde en 1997 ocurrió un sismo de siete grados que dejó unos 73 muertos.