Mi padre por el Skype, con el diario en la mano, me dice a bocajarro que Perú hasta dentro de dos años será país del primer mundo. Fue un zurriagazo en plena quijada. Confieso que me dejó grogui por unos segundos, medio zombi. Apenas pude preguntar con cierta incredulidad ¿Qué? ¿Quién lo dijo? Me contestó, en una conferencia de empresarios (CADE). Entendí mejor (por un momento pensé que las palabras tan pomposas y flatulentas eran de García Pérez), y lo puse en contexto, en esos foros el país va de maravillas, sobre ruedas, no hay quien lo pare. Pero también hubiera que preguntar en los foros de maestros, integrantes de pueblos indígenas, trabajadores, seguro que su perspectiva cambia porque lo dicho en CADE es un desarrollo desigual y mirada de cierta élite económica ¿Pero que significa estar en el primer mundo? Es una definición tan vaga como amplia. Aquí en España los liberales (que viven del Estado) también decían que eran un país de top ten, vino la crisis económica y todo lo avanzado se ha venido abajo, y han aflorado todas las miasmas como el de la corrupción en diferentes ámbitos que es espeluznante. El mal olor inunda la vida pública y lo peor es que no quieren cambiar. A los peruanos y peruanas nos pasa igual, con un poco de dinero en las manos ya nos sentimos Bill Gates, esa misma sensación también vivió España. No quiero pecar de ser pesimista pero sería necesario antes de alardear con tremendas palabras revisemos ciertos indicadores relacionados con la capacidad de las personas. Como por ejemplo, en el acceso a la educación, leía que Loreto en el derecho a la educación está en último lugar y no salimos por años de ese lugar, estamos anclados. En aspectos de salud, andamos como país en cifras lamentables. En corrupción política las cifras son de país tercermundista y no seguimos enumerando las debilidades porque nos quitará la sonrisa. Pero antes de venirse arriba, sería mejor meditar o callar.
Efectivamente cierto mi querido compatriota, Donayre, lo que dices es una triste realidad, en los foros, Cades, y en cuanta reunión haya, los números estadísticos lo manejan tan bien, que pintan para propios y extraños a Perú, como un país mejor ubicado después de Chile, por su situación económica, como las estadísticas que manejan los funcionarios del INEI, cuando dicen que la canasta familiar en la capital es de tantos soles y que en provincias es «X», y que las amas de casa «llenan sus canastas» con «Z» cantidad de dinero, como sí el trabajador común y corriente ganara 100 dólares diarios, y uno que hace ante estos datos reirse nada más, porque son números movidos como piezas de ajedréz, pero en «labotario», sin ir al mercado. Pero si lo que hay que reconocer de Perú, sí, mis respetos, es un país fuerte económicamente y con una enorme riqueza de minerales, y otros recursos, porque hace muchos años atrás, no sé, si 20 a 30 años, le vienen «dilapidando» sus arcas, los alcaldes, los presidentes de gobiernos regionales, directores regionales, congresistas, ministros y presidentes y el resultado final, sigue de pie, con nuna corrupción terrible y siguen encontrando recursos económicos para «levantarse», la pregunta del millón, y hasta cuándo podrá seguir en pie nuestro país, sin que se derrumbe?.
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