Se veía venir, no por presuntuosos ni adivinos sino por la seguridad, porte y preparación de nuestra candidata, quien la noche del miércoles se coronó como la soberana de la Confraternidad Amazónica.
Se veía venir, no por presuntuosos ni adivinos sino por la seguridad, porte y preparación de nuestra candidata, quien la noche del miércoles se coronó como la soberana de la Confraternidad Amazónica.