«soy feliz practicando «

Pablo Odar vino desde Chepén a conquistar Iquitos

“SOY FELIZ PRACTICANDO SPINING”

Hay un alto índice de obesidad y enfermedades ligadas a ella en nuestra ciudad, por ello es importante practicar algún deporte que mejore la salud de la población. Pablo Odar Leyva  es un instructor de spining, a sus 32 años ya cuenta con un local propio que es concurrido por muchos que sí están interesados en su salud; el local de Pablo queda en la calle La Condamine Nº 643.

Este sábado 21 de setiembre se realizará una maratón de spining al aire libre en la plaza Grau de Punchana con rock en vivo, brindando una nueva alternativa de entrenamiento.

¿De dónde eres?

Soy de Chepén, una provincia que queda al norte de La Libertad, ahí nací y pasé los primeros años de mi vida.

¿Cuánto tiempo llevas en Iquitos?

Tengo ya 17 años viviendo en Iquitos, vine a trabajar en el primer gimnasio que puso el servicio de ciclismo en esta ciudad, que fue el Zona Fitness.

¿Cuál es tu profesión?

Soy instructor de entrenamiento general, preparación física e instructor de ciclismo de salón; además soy ciclista federado, pertenezco a la Federación Nacional de Ciclismo.

¿Cuán importante es hacer deporte?

Es bastante importante, porque te aleja de las drogas, mejora tu sistema inmunológico, mejora la calcificación, desde ya el deporte transmite un mensaje positivo.

¿Cuál es la diferencia entre el ciclismo vial y el ciclismo de salón?

En Iquitos corres el riesgo que te atropellen porque no existe una ciclo vía, la diferencia es que una es en la calle y la otra en un salón, pero en el salón se hace de una forma divertida y con la seguridad que no te pasará nada, las técnicas son las mismas.

¿Cuánto tiempo ya tienes tu propio salón?

En diciembre cumpliremos un año, esto nació por iniciativa de un gran amigo llamado Francisco Morey, tenemos aproximadamente diez meses atendiendo a los ciclistas.

¿El público te respalda con su asistencia?

Tenemos bastante acogida porque ofrecemos servicios de entrenamiento con metas a cumplir, la gente viene a entrenar sin dilatarse en tiempo como en otras salas donde permanecen tres o cuatro horas perdiendo su tiempo, cuando cuarenta y cinco minutos son suficientes para entrenar.

¿Acuden hombres a entrenar?

 Acuden bastantes hombres por el entrenamiento cardiovascular, mejora la capacidad de bombeo del corazón brindando mejores performances en muchas actividades que realiza el varón.

¿Cómo quisiste dedicarte a esto?

Uno nace con eso, yo no tenía atracción hacia los deportes colectivos, aprendí a manejar bicicleta muy tarde, recién a los quince años lo aprendí, pero desde ahí no he parado hasta ahora; para mí todo es bicicleta, para ir a cualquier parte me movilizo en ella.

¿Tu familia te apoyó en esta decisión?

Mi madre no quería en un inicio por el tema de la seguridad, no por tema de vocación, porque algunos días llegaba con ralladuras y golpes producto del entrenamiento, pero se dio cuenta que eso me hacía feliz y lo que te hace feliz debes hacerlo (risas).

¿Qué le dirías a aquellos que aún no se animan a acudir a tu entrenamiento?

Yo les diría que cuenten con nosotros y no tengan miedo, tenemos aquí a una persona que tiene setenta y tres años y lo hace muy bien; hay un problema grande en Iquitos y esa es la obesidad, que si no lo combatimos desde ahora, los chicos que ahora tienen diez años cuando pasen a formar parte de la población económicamente activa tendrán un problema realmente “gordo”.

¿Cuál es el precio que manejas?

La salud no tiene precio, quien quiere estar sano paga (risas), vengan que sus objetivos se van a cumplir, vendrán a disfrutarlo porque es una forma muy recreativa de entrenarse, todos aquellos problemas de estrés lo botas y además te socializas.