Por: Mario Andre López Rojas *
Todos sabemos que la situación del sector educación en Loreto no es de las mejores en el país, algo que se mantiene desde hace mucho tiempo atrás. Además, hace algunas semanas se reabrió el debate sobre dicha situación a raíz de los resultados obtenidos en la prueba ECE (Evaluación Censal de Estudiantes) realizada por el Ministerio de Educación para el año 2018. En dicha prueba se realizó la evaluación a los estudiantes de cuarto grado de primaria, entre otros, con la finalidad de medir la mejora a partir de la comparación con la prueba realizada el año 2016 a los niños de segundo grado de primaria; de esa manera determinar si nuestros niños mejoraron en comprensión lectora y matemáticas. Lamentablemente, tanto en comprensión lectora como en matemáticas ocupamos el último lugar.
Frente a tal situación que se repite constantemente, ¿cuáles serían las causas o posibles explicaciones? Para poder responder revisemos algunas cifras:
Según el MINEDU y el INEI, en Loreto, para el año 2018, se reportan 343 mil alumnos matriculados en los tres niveles de educación básica regular; de los cuales: más de la mitad (52%) son del nivel primario; 95% asiste a una institución pública y; 62% está en el área urbana.
Por su lado, el acceso y la cobertura en la educación se pueden medir a través de la tasa neta de asistencia. Así, para el año 2017, Loreto ocupa el puesto 9 dentro de las menores tasas netas de asistencia escolar de niños entre los 6 y 11 años de edad (92,5%), cifra menor a la registrada el año 2016; ocupamos el penúltimo lugar para las edades de 12 a 16 años (73,1%), es decir a nivel secundario, lo cual estaría relacionado con la deserción escolar en secundaria. En otras palabras, de cada 10 niños de 6 a 11 años, 9 asisten al colegio y; de cada 10 niños de 12 a 16 años, 7 son los que asisten.
Por el lado de la infraestructura, para el año 2018, se estima que del 100% de los locales de educación pública, apenas el 7,2% cuenta con los tres servicios básicos (conexión a la red pública de agua potable, red pública de desagüe y electricidad), muy por debajo del porcentaje nacional (37,5%), lo que nos ubica en el último lugar, con amplia desventaja frente a las demás regiones. En los últimos tres años, del 2016 al 2018, se calcula 0,1 puntos porcentuales de retroceso en la infraestructura de servicios básicos en los colegios, cifra que no contribuye a reducir las brechas con sus pares. Asimismo, la adecuada infraestructura escolar es importante para un buen aprendizaje porque un entorno apropiado permite mejores resultados educativos. El indicador “Locales escolares públicos en buen estado” da cuenta de los centros educativos públicos en los que todas las aulas se encuentran en buen estado. Lamentablemente, este indicador ha ido decayendo hasta una situación preocupante tanto en el país cuanto en la región. Para el año 2018, en Loreto, solo el 15,1% de los locales escolares públicos se encuentran en buen estado.
Tener tan malos resultados sería resultado de ¿gastar poco en educación?, pues revisemos el nivel de gasto público en educación como porcentaje del PBI: para el año 2018, Loreto destina el 10,7% del equivalente a su PBI corriente como gasto en educación, con lo cual estamos por encima del promedio nacional (4,2%) y mucho mejor que muchas otras regiones; entonces; no es un tema de monto presupuestal, si no de calidad y eficiencia del gasto público en educación. Para ratificar esto último, revisemos la tasa de ejecución del gasto en educación para Loreto, el cual representa el 96,8%, lo cual nos ubica por encima el promedio nacional y de muchas otras regiones.
Adicionalmente, si ampliamos el periodo de análisis del 2007 al 2018, podemos observar que el porcentaje del presupuesto (PIM) destinado para el gasto en educación comparado con el presupuesto total, pasó de 3.8% a 3.9% para el caso de Loreto; de 2.2% a 3.1% en el caso de San Martín; y se mantuvo en 1.9% para el caso de Ucayali. Con lo cual dicho presupuesto creció 2.6 veces tanto en Loreto y Ucayali, pero para San Martín creció en 3.6 veces.
Por otro lado, el Banco Mundial (2018) en su publicación “Revisión del gasto público en educación: Mejores aprendizajes para todos”, resalta que tanto para el año 2011 como 2015, Loreto ocupa el último lugar en la proporción de alumnos con nivel satisfactorio para el segundo grado de primaria. Además, para esos mismos años, la región Loreto registra un gasto promedio en educación primaria por estudiante mayor que la región Ucayali, pero sin embargo esta última obtiene mejores resultados en la prueba ECE.
Por todo lo mencionado podemos concluir que los esfuerzos hasta ahora realizados por mejorar los resultados de la educación en Loreto no han sido suficientes. La causas o posible explicación para el tan bajo nivel de comprensión lectora y matemáticas obtenido por nuestros niños serían: que aún mantenemos altas cifras de ausentismo escolar; registramos el peor porcentaje de locales escolares en buenas condiciones y que posean los tres servicios básicos y; entre otras cosas, a pesar que se destina para el sector educación una proporción del presupuesto total con respecto al PBI mayor que el promedio del país, regiones como Ucayali (que destina menor gasto promedio en educación primaria por estudiante) y San Martín (que destina mayor gasto promedio en educación primaria por estudiante) obtienen mejores resultados en la Evaluación Censal de estudiantes (ECE). Con lo cual estamos muy lejos de alcanzar la eficiencia del gasto público en educación, aunque esto también es un problema en general de todo tipo de gasto en Loreto.
* Economista y profesor universitario.