Escribe: Héctor Tintaya Feria
Siempre pensé que Lourdes Flores Nano del PPC había escogido la gran estrategia de desaparecer unos años de la vida partidaria y política del país para que en una especie de años sabáticos o cuarentena nacional, recobrara nuevos bríos y asumiera el rol que el destino y la historia peruana aún no le han negado: la presidencia del país.
Ahora que el “elenco estable” parece tenerlas fácil de cara a las elecciones en unos meses más, la decisión de irrumpir en la escena es una idea que ya está siendo trazada por lo que queda de la militancia disciplinada del PPC. Lo lamentable, por ahora, es que parece que la propia tía “Lulu” no se anima a esta posibilidad sin evaluar hoy, como nunca, podría ser la oportunidad para que una verdadera derecha liberal asuma las riendas del país luego de varios años de mercantilización de la política y que la mayoría por cojudez o conveniencia ha interpretado que ha estado en el poder en los últimos 25 años.
Claro que como sucedió en general con la pseudo izquierda o nacionalismos de fachadas si se cumpliera esta hipótesis podría resultar una decepción más aún en temas de apertura social e igualdad de derecho en grupos minoritarios, pero más en los que la rodean a la lideresa que en ella misma, aun así no debe darse por descontado esta enorme posibilidad que podría poner en serios aprietos a los que comandan livianamente las encuestas nacionales.
Estos temas igualitarios que reclaman cada vez más sectores importantes y que se van a convertir en agendas electorales masivos (LGTB, animalistas, ambientalistas, etc…), es una clara diferencia contra un contrincante como el partido Aprista. La gran ventaja de Lourdes Flores es que conoce ampliamente a los candidatos fuerza, sus debilidades y la experiencia en haber sufrido los más viles ataques de estos contrincantes pueden haberle dado la suficiente muñeca para soportar la aplanadora sistémica al que ose asomar la cabeza electoral con algo de posibilidad.
De hecho sí le haría la pelea a Keiko Fujimori y representa la balota de los que consideran que esta vez el voto de género va pesar más que nunca. Incluso de esos jóvenes inadvertidos que van a decidir por lo que ellos creen un candidato nuevo o diferente. Un buen marketing político, una ensalada de alianzas regionales, provinciales y distritales que sumarían a mítines y presencia y un buen pacto con poderes fácticos sin entreguismos, podría llevarla a lo que creo, más que ningún político actual merece esta mujer: ser presidenta del Perú.
elescribidor3@hotmail.com
Estimado señor Tintaya, para que usted diga lo que dice en su columna, con seguridad no conoce a cabalidad a Lourdes Flores Nano. Esta señora, como buena abogada ya te imaginaras lo que es capaz de hacer. Una mujer sin escrúpulos, sin valores, que trata de alcanzar sus objetivos sin importarle los medios que utiliza. Como va a comparar a Keiko Fujimori con esta señora. La señora Fujjimori es una mujer vírgen en la política, pero Lourdes no.
Señor Tintaya, para todo se nace en la vida…. Lourdes no nació para ser presidenta del Perú. Así dije respecto a Castañeda Lossio, y ahora a entendido eso que mejor se queda en el Municipio de Lima que allí podrá robar todo lo que quiera porque el pueblo sabiendo que es ladrón, lo eligió. Además, para ella ya pasó el tren de la historia. Que deje a gente joven incursionar en la política con una mente sana y sin malas intenciones.
El Perú necesita un gobierno fuerte…. en general los peruanos confunden la democracia con la libertad de poder hacer lo que les viene en gana… no cumplir con sus obligaciones… solo exigen, solo piden, pero no cumplen.
Los comentarios están cerrados.