[MOTOCARRISTA TUVO SEXO CON FANTASMA].
Ya con lo descubierto el hombre empezó a sudar frío y solicitó que lo lleven con un brujo pues en todos lados recordaba el rostro y lo vivido por su tan mala suerte. En tanto los moradores – en mayoría los que se dedican al transporte público – indicaron que en esa curva son varias las personas que han tenido contacto con una mujer de similares características que la mujer que estuvo con Antonio en el hotel y que le hizo pasar momentos de placer pero también de terror.
Escribe: Miguel Lizarzaburu
La mujer fantasma de la carretera es una leyenda urbana. Al igual que la mayoría de otras historias no tiene un origen definido y está dispersa por diferentes países del mundo. Aunque hay muchas versiones del relato, todas coinciden en que gente viajando en vehículo se encuentran con una mujer que luego desaparece sin explicación alguna.
La leyenda cuenta que una joven con un vestido rasgado (a veces de novia y otras de luto) se manifiesta frente a los viajeros a la vera de los caminos, por lo general cerca de una curva peligrosa. Les pide a éstos que la lleven; cuando sube, se dice que transcurre un tiempo en absoluto silencio hasta que ella, misteriosamente, desaparece del vehículo en movimiento. Se suele contar luego que el viajero termina enterándose que la mujer había muerto en un accidente o de alguna forma trágica.
Hoy el misterio rondó la carretera Iquitos-Nauta, la misma que une dos importantes ciudades de Loreto. Y esta historia la contamos en esta edición, pues dejó a pobladores de “Los Delfines” con los pelos de punta y un motocarrista al borde de la muerte por una fuerte impresión.
Antonio Soria Navarro tiene 31 años y la madrugada del jueves mientras se trasladaba a su domicilio ubicado en el sector de Los Delfines a una distancia prudente vio la silueta de una joven que le pedía sus servicios para llegar a su destino. Lo que contó el infortunado – brevemente, a sus parientes – es que accedió a llevarla y en el camino empezaron a conversar y acordaron ir a un bar a conversar, beber licor y pasar un momento agradable. Al parecer de la charla pasó a los coqueteos y basados al alto nivel de alcohol consumido se dirigieron al hospedaje “Los Cocos”, donde pasaron un rato de pasión y desenfreno.
Lo escalofriante llegó después debido a que la joven le pidió que la regrese al lugar donde lo había conocido por lo que entre conversaciones llegaron hasta dicho punto – ingreso del asentamiento humano Las Brisas – donde ella una vez que bajó del motokar fue directamente a la zona del camposanto donde finalmente ingresó a una de las tumbas. “Llegó posheco a casa y decía que le oren pues había visto a un fantasma y nosotros no le creíamos. Después comenzó a contarnos detalle por detalle lo que vivió y dijo que todo fue tan real que dudaba aún de lo que le había ocurrido. Por tal motivo fuimos al camposanto y notamos que una de las lapidas tenía como epitafio el nombre de Azucena, identidad que le dio la muchacha al momento de conocer a mi primo”, refirió uno de los familiares.
Al amanecer, el infortunado soñó con la misma mujer y en su pesadilla le dijo que si tardaba en llevarla al lugar, habría muerto en un horrendo accidente en la carretera Iquitos-Nauta. (M. Lizarzaburu)