Las celebraciones de Navidad en Ayacucho volvieron a evidenciar problemas estructurales que se repiten cada fin de año. Tras el 25 de diciembre, junto a las reuniones familiares y actividades festivas, quedó un marcado malestar ciudadano por las deficiencias en servicios básicos, seguridad y orden urbano, que afectaron el normal desarrollo de las festividades. Uno de los principales reclamos estuvo relacionado con el transporte interprovincial. 

Durante los días previos y posteriores a la Nochebuena, los pasajes superaron los 200 soles incluso en servicios básicos, sin mejoras en la calidad. Usuarios denunciaron unidades en mal estado, falta de higiene, ausencia de servicios mínimos, sobreventa de boletos y circulación de vehículos informales en paraderos no autorizados, evidenciando una débil fiscalización. 

La inseguridad también se hizo notar en las ferias navideñas instaladas en distintos puntos de la ciudad. Las aglomeraciones, el comercio ambulatorio desordenado, la escasa presencia policial y la falta de rutas de evacuación generaron escenarios propicios para robos, extravío de menores y conflictos entre comerciantes, además del riesgo latente por instalaciones eléctricas improvisadas. 

A ello se sumó el colapso vehicular en zonas críticas como el centro histórico, mercados y terminales terrestres, ante la ausencia de un plan efectivo de ordenamiento del tránsito. Las fiestas también estuvieron marcadas por accidentes de tránsito, heridos por pirotécnicos, incendios, intoxicaciones alimentarias y casos de violencia familiar, dejando en evidencia la necesidad urgente de mayor planificación, control y autoridad durante estas fechas.

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