Los fracasos matrimoniales son cada vez más comunes y los podemos ver en gente cercana a nosotros o incluso en algunas celebridades, Amber Heard y Johnny Depp, Katy Perry y Russel Brand, Renée Zellweger y Kenny Chesney y Kim Kardashian y Kris Humphries, son algunos ejemplos de matrimonios fallidos. Pareciera que el amor cada vez dura menos y la rutina y la infelicidad llegan antes de lo previsto a las parejas, pero ¿a qué se debe esto?
Estudios científicos han demostrado que las parejas empiezan a sentir infelicidad después de los 10 años de haberse casado y 4 de cada 10 mujeres experimenta la depresión post boda, ante esta situación, el escritor Alain de Botton encuentra una posible explicación en que la mayoría de la gente se casa con la persona equivocada.
Alain señala en el artículo que escribió para el diario New York Times que “la buena noticia es que no importa si hemos descubierto que nos hemos casado con la persona equivocada, no tenemos por qué abandonarla; sólo tenemos que deshacernos de la idea romántica en la que se ha basado el matrimonio en occidente durante los últimos 250 años: que existe un ser perfecto que podrá satisfacer todas nuestras necesidades y nuestros anhelos”.
Es decir, que según el escritor el problema no radica en que nos casemos con la persona equivocada, sino en la idea romántica que tenemos de la persona perfecta para nosotros o de la media naranja, una concepción que la mayoría de las veces resulta irreal. Esta idea es apoyada por un estudio que asegura que la búsqueda del Príncipe Azul, puede llevar a las mujeres a la infelicidad.
No obstante, la idea de ser la mujer perfecta, para encontrar al hombre perfecto, y tener la familia perfecta, aún prevalece en las sociedades occidentales, lo que constantemente lleva a las decepciones amorosas, cuando la otra persona no cumple con todas nuestras expectativas, y es así como las relaciones terminan fracasando.
Se tiene la creencia de que las mujeres tienen que pasar por muchos hombres antes de encontrar al «hombre perfecto» con el que compartirán su vida, «la media naranja». Sin embargo, aunque suene pesimista, según la ciencia, la pareja ideal no existe y las «almas gemelas» tampoco.
De acuerdo con la ciencia no sabemos identificar el amor cuando lo tenemos enfrente y tampoco sabemos interpretar lo que el otro quiere de nosotros, y en muchas ocasiones, cuando nos damos cuenta no actuamos por miedo. De ahí que muchas grandes parejas se queden para siempre estancadas en la llamada «friend zone» y no den el siguiente paso.
En conclusión, lo que nos hace infelices no es no tener al «hombre indicado» o «el hombre perfecto», sino la frustración de que nuestra pareja no cumple con las características de esa idea romántica que durante años hemos creado en nuestra cabeza, sobre lo que es «nuestra alma gemela».