Las restricciones en el suministro de combustible en Loreto, agravadas por la sequía y problemas logísticos, generan un impacto económico notable. Roger Grandez Ríos, economista, explicó que Loreto consume alrededor de 111,000 galones de combustible diarios, de los cuales el 80% es gasolina de 84 octanos. La baja en el nivel de los ríos está dificultando la distribución, lo que llevó a un racionamiento y al aumento de precios en el mercado.
A pesar de las afirmaciones de Carmen Núñez, presidenta de la asociación de armadores, sobre la estabilidad en el transporte de carga y los precios de los fletes, Grandez observa que en la práctica los precios del combustible se incrementaron significativamente. Algunos puntos de venta están cobrando hasta 25 soles por galón, un incremento notable respecto al promedio anterior. Esto denota una falta de control y una tendencia especulativa en el mercado.
Grandez criticó la respuesta de Petroperú y las autoridades locales, señalando que la falta de planificación y respuesta oportuna ha exacerbado la situación. La crisis no solo refleja una escasez de recursos, sino también una gestión deficiente ante las advertencias sobre la sequía. La situación destaca la necesidad urgente de una mejor coordinación y medidas más efectivas para abordar los problemas económicos en la región.
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