Al menos hasta noviembre va ver una ansiada cortina de humo que los fujimoristas y el mismo PPK van a tener como sostén de sus precarias imágenes ante la opinión pública. La población enfermizamente va empezar a soñar con la real posibilidad de llegar al Mundial Rusia 2018. No sólo se van a elucubrar todas las matemáticas posibles de cómo alcanzar los puntos que le falta a la selección para llegar luego de 35 años a un mundial, sino que se van a empezar a vender ilusiones, propagandas y pasajes al lejano país.
Todo un acontecimiento que hace unos meses nadie seriamente se imaginaba y que ahora la clase política debe estar agradeciendo a San Gareca de este milagro de haber resucitado al equipo nacional luego de estar prácticamente en la lona. De seguro ahora habrá maniobras concertadas entre los políticos y los medios para ensalzar cualquier hecho que genere la selección.
No es para menos dirán algunos, pero otros se quedarán pensando que pasará con las anotaciones en el celular del mandamás de la política peruana, Marcelo Odebrecht que se referían a Keiko Fujimori y de las investigaciones anunciadas en la fiscalía al respecto. Seguro van a pasar a un segundo plano, hay que ser sinceros nadie ni nada puede cuando de futbol y del Perú en el mundial se habla.
Si esto se cristaliza estamos hablando de por lo menos 10 meses sino es más que en escaparate nacional estaremos hablando sólo de futbol. Situación oportuna para que manos extrañas encarpeten en la fiscalía estas investigaciones o simplemente se enfríen. Lo mismo sucederá con el gobierno y la crisis en la que habían entrado del cual parecía que estaba marcándose la dirección de la caída a la extinción del grupo que respaldaba a PPK.
Han sido salvados por el futbol. En tiempos de clasificaciones presumibles nadie hablará de vacancia presidencial o de juicios lentos así estos sean de suma importancia para los destinos de los políticos peruanos vigentes. Incluso, fácil salen libres entre gallos y medianoche la ex pareja presidencia Humala Heredia o Alejandro Toledo siga apareciendo en fiestas en los EE.UU y nadie diga nada, porque más importante será si se lesiona Paolo Guerrero o si una chica aparece en la vida de Cueva o Carrillo o que el hotel en el que estarán alojados es cómodo y si salen de noche o que comen los seleccionados.
Excepto claro, pierda Perú los dos partidos que le faltan y todos los cálculos de desorientar a la opinión pública con el futbol se vayan por la rendija como agua al desagüe. Pero una población con baja autoestima no le cae mal una clasificación al mundial así sea no pasar de una primera ronda. La idea soñada para muchos es llegar.