*Entre memorias de fútbol, literatura y una caída al río, el excongresista repasa la influencia de Jorge Najar, cuya obra y compromiso marcaron a la familia.
Roger Najar recuerda a su hermano Jorge como una figura lejana en su infancia, marcada por momentos que dejaron huella, como un accidente en moto y una caída al río Pisqui durante un viaje familiar. La diferencia de edad, diez años, convirtió su relación en una de referencia más que de cercanía cotidiana. Jorge lo acogió en Lima para que pudiera continuar sus estudios, antes de partir en 1976 hacia Europa, marcando un antes y un después en su vida.
Desde entonces, la figura de Jorge se ha mantenido presente a través de su obra literaria y su visión crítica de la historia de la Amazonía, siempre enfocada en las poblaciones más vulnerables. Aunque evita hablar de política, Jorge se mantiene atento a los escritos de su hermano, revisando borradores y corrigiendo con meticulosidad los textos que le comparte. Para Roger, Jorge fue siempre un modelo a seguir, trazando una línea que todos los miembros de la familia intentaron emular en su vida profesional y personal.
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