Robocop
El escritor hondureño Horacio Castellanos Moya, criado en EL Salvador, reza el epígrafe de la presentación, indaga a través de sus novelas la violencia del tiempo impregnada en Centroamérica que tantas huellas ha dejado. Guatemala. El Salvador. Honduras. Son países de su preocupación literaria, de esa utopía de gran país centroamericano como las utopías del sur del continente americano donde esos ensueños se vuelven un zipizape, todos se muerden con sus nacionalismos y celos mal entendidos. Hay badenes mentales difíciles de saltar para llegar a la ansiada integración. Así que con los coletazos del estío fui a mirar novedades literarias por la librerías [el ambiente fresco empuja a esas búsquedas, el verano te quita las ganas] pero las novedades eran más de lo mismo, libros muy ligeros para mi gusto, muchos de ellos puestos uno sobre otro en unas jabas de madera que más que libros parecen un objeto banal más de la casa. Y en ese inventario rápido de las novedades me topé con la de Horario Castellano, “El arma en el hombre”. Lo leí muy rápido porque me sedujo desde el principio hasta el último folio. Es la de- construida vida post violencia en un país centroamericano de uno de los soldados de élite que luchó contra la subversión y tiene que reengancharse a la nueva vida. De mote Robocop. El reentré no le es fácil. Y hace un poco de todo en ese sinuoso camino. Asaltante de bancos, sicario de bandas de narcotraficantes (a ratos parece un Rambo de la vida). Las cabezas degolladas de sus víctimas no le producen ningún espanto, es parte de su chamba. Aunque está muy desnortado por la situación que vive casi a salto a mata. Un día está con un capo y al día siguiente está contra él porque las circunstancias de su vida y momentos cambian rápidamente. Se vuelve frágil. No hay territorios definidos. Es tierra de pantanos. Finalmente, su trepidante y mutante vida le da la oportunidad de volver a la guerra esta vez contra el narcotráfico.