Resabios racistas y xenófobos
En la sección de este diario Jhodernet se publicó un epígrafe de comentarios aliñados de cierta tinta xenófoba, al leerlo pensé que estaba leyendo algunas notas periodísticas xenófobas que se editan en la península y con desparpajo señalan que son políticamente incorrectos. No puede ser, me dije asimismo. Comentaban que en la Comisaría de Punchana fueron detenidos ciudadanos de nacionalidad haitiana. El pobre infeliz que escribió la nota no pensó siquiera la situación de ese país caribeño [señalan que es un Estado fallido] y las razones de su búsqueda de esperanza en el extranjero, que las cifras de mortalidad están por los cielos, amén del SIDA, el cólera y otras enfermedades. Ese apartado señalaba que “los haitianos volvieron a ponerse de moda” ¿Qué quería decir el desafortunado plumífero en ese retintín? Seguro que nunca experimentó la situación del exilio, quien inicia el éxodo lleva un gran dolor por dentro. No es fácil abandonar a tus seres queridos, amigos, país. A leguas se notaba que esa persona que funge de periodista de comentarios no tiene compasión o en todo caso esta emoción está a la baja en su persona. Pero eso no quedaba allí. La carga racista vino después cuando indicaba que “…vale la pregunta si solo estos ciudadanos [se refería a los haitianos] intentaron ingresar y salir del país por Iquitos, o quizá por ser de un color particular llamó la atención de los Policías [¿?]. Cuidado que muchas personas de color y acento diferente al hablar rondan las calles de la ciudad, haciendo actividades que no se saben si son legales o no. ¿O es que quizá algunos extranjeros gozan de ciertos privilegios? Volví a leer la apostilla de marras doblemente y no daba crédito al desatado racismo que mostraba el periodista, no se cortaba – supuse quien redactaba esa noticia era un ciudadano ario que saludaba la esvástica apenas se despertaba. Este tipo de prácticas periodísticas hay que desterrarlas. No puede ser. Hay que tener mucho cuidado con la dignidad de personas y más cuando uno tiene un arma muy letal como es la columna de comentarios en un diario.
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