Una de las cosas básicas para toda mujer es el maquillaje, y entre las partes más importantes de esta rutina están las pestañas. Siempre se quiere que luzcan largas, sanas y sin grumos.
Pero entre el maquillaje y los desmaquillantes, las pestañas termina por debilitarse y caerse, o incluso hacerse más pequeñas y débiles. Y aunque existen productos que garantizan no dañarlas al momento de maquillarse, es casi imposible evitarlo, ya sea por lo agresivo de los químicos, el constante ajetreo de estar usando rímel y luego retirando la pintura o por el poco cuidado que se les dé.
Podemos evitar o reparar el daño hecho a las pestañas en años con algo tan simple como el aceite, además de ser un producto que se tiene en casa. Se debe usar aceite de coco y mezclarlo con 4 gotas de aceite esencial de lavanda. La manera de aplicar debe ser con ayuda de un algodón, cubriendo las pestañas desde la raíz hasta la punta, por las noches. Esto se debe hacer al menos tres veces a la semana y en unas semanas se comenzarán a ver los resultados.
Se lograrán pestañas más largas y fuertes, incluso más brillantes, y se evitará la caída. Es importante recordar que aunque se cuiden y protejan las pestañas, al menos un día a la semana se debe procurar no pintarlas, para que la zona pueda descansar y obtener mejores resultados con el uso del aceite.