Reivindicando a Charpico
Moisés Panduro Coral
En los años sesenta un pintoresco personaje se constituyó en una obligada referencia en la política loretana. Leopoldo Charpentier, más conocido entre nosotros con el sobrenombre de “Charpico”, era un señor de años entrados que se autoproclamó candidato presidencial con un conjunto de propuestas singulares que, según dicen quienes las escucharon, provocaban hilaridad entre los escasísimos concurrentes a sus mítines. Analizando el anecdotario que nos ha llegado oralmente, pienso que bien haríamos en reunir todas sus ofertas electorales y sus respectivos argumentos, pues nos acercarían a conocer mejor su excéntrica personalidad, depurando aquellas que con el correr de los años le han sido endilgadas injustamente. Yo no creo, por ejemplo, que este buen hombre haya propuesto en algún momento techar el Amazonas o construir una réplica del Partenón griego (“para que los brutos vayan a aprender allí”) en Iquitos.
Sí me parece creíble aquella anécdota que escuché de varios y que lo leí en un periódico de la época que da cuenta de una proposición dicotómica en la que se exponen la ideología y el pragmatismo frente a frente. Dicen que el señor Charpentier se encontraba celebrando un mitin en la Plaza 28 de Julio de Iquitos. La masa que le escuchaba estaba conformada por un buen número de niños atraídos por las golosinas que se repartían y varios curiosos dispuestos a vacilarse con las ocurrencias del gran Charpico. En un momento de su discurso, al establecer comparaciones con las promesas de otros grupos políticos, preguntó: “…el APRA les ofrece pan con libertad, yo les ofrezco ¡pan con mantequilla! ¿cuál es mejor?…”. En coro, los niños respondieron: ¡pan con mantequilla! ¡pan con mantequilla!; y, seguidamente: ¡Charpico! ¡Charpico! ¡Charpico!, aclamación ésta última que el susodicho respondió con un sonoro: ¡Charpicos serán sus abuelas! ¡Yo soy Charpentier, Presidente!
Si se fijan, verán en esta anécdota un discurso efectista que contrasta de manera extremista y simplona la elaboración ideológica (visión de mundo) con el pragmatismo realista (satisfacer el estómago que cruje). De allí que el loretano Charpentier, a mi juicio, es uno de los precursores de ese pragmatismo radical que intenta cuestionar la ideología, no como herramienta interpretativa del devenir, sino como remedio inmediato a la demanda social. Indiscutiblemente, en un contraste así, la ideología sale perdiendo, pues el papel de ésta es el de enmarcar las políticas, no el de ser la política ejecutoria propiamente dicha. Salvando las distancias, es como si alguien tratara de cuestionar la biblia contrastándola con un aislado acto humano.
Pues bien, décadas después, puedo afirmar que muchos candidatos y gobernantes del momento han llegado a ser más charpicos que Charpico. Levantar cien kilómetros de rasante de más de 10 metros de altura en zonas inundables y donde la hidrodinámica fluvial es cambiante, para que pase un tren transportando no se sabe qué, suena más o menos a rellenar el río Marañón con tierra traída de alguna parte. Ofrecer energía eléctrica abastecida con etanol obtenido del bagazo de caña aquí en Iquitos -donde no somos productores de caña de azúcar- suena algo así como sembrar papas en la cuenca del río Napo. Y ambas promesas que superan por goleada a las anécdotas atribuidas a Charpico, fueron hechas por un gobernante regional, -y permanente candidato- de color verde oscuro. Ver un spot televisivo en el que un candidato de polo blanco señala -sin ruborizarse- que cuando sea alcalde ya no habrá más inundaciones, produce asombro y risa, porque éste debe ser un ser sobrenatural capaz de modificar los ciclos hídricos en selva baja. Escuchar a un candidato naranja que ofrece por todos los medios canastas de víveres, artefactos y dinero en efectivo para que la gente asista a su aniversario y que, al mismo tiempo, declara que su preocupación central es la lucha contra la corrupción, provoca una hilaridad indetenible con sólo preguntarse: ¿y de dónde sale la cera que brilla sino es de la sacristía?
Tal vez lo más risible (y amargo) de todo este festival de folklorismo político es que el pueblo los cree y sigue creyendo. Una vez, dos veces, tres veces. Es vergonzante comprobarlo, pero todo indica que el sufrido pueblo no escarmienta. Se dice que el señor Charpentier en uno de sus discursos, dirigiéndose a los circunstantes, les enrostró su ceguera conformista diciéndoles: “…Ustedes son peores que el quishicho (así se dice en castellano loretano a los cachorritos de perro), porque por lo menos esos animalitos abren sus ojos a los quince días, pero ustedes ya tienen más de cuarenta años que no abren sus ojos y dan su voto por los mismos que toda la vida les engañan”.
Eso mismo digo yo, sin haber conocido ni tener nada de Leopoldo Charpentier. En la región y en las municipalidades de Loreto hace más de veinte años que el pueblo mayoritariamente vota por la misma chola “independiente” con diferente calzón. ¡Ahí están las consecuencias!
Hace buen tiempo que deseaba saludar a un gran compañero y mejor amigo, «Cachorro» Moisés, sin temor a equivocarme desde cuando estuve en Yurimaguas, al frente de la Gerencia del Gorel, allá por los 85 al 90. Qué suerte Moico; con regularidad el Ing. Maldonado me remite tus columnas y comentamos, igual, del acontecer político social de la Región con Orison y Remberto, en nuestras tertulias regulares de fin de mes. Suscribo en todo, tus siempre atinadas, elaboradas y algunas punzantes, notas periodísticas. Y por supuesto aquella que me causó mucha gracia y me sirve para «cochinearlos» a Maritza, Remberto y al Otorongo auténtico : la noche del quinceañero de la hija del, entonces,Vice-Pdte de la Cámara de Diputados, c. Orison Armando, en el que los tuvieron a pan y agua toda la noche, !No hay derecho¡. Termino deseándote muchos parabienes en tus enprendimientos personales y profesionales; extensivo saludo a tu familia y para ti un afectuoso saludo fraternal. Emilio.
LA DIFERENCIA DE ESA EPOCA CON LA ACTUAL, QUE A ESE CHARPICO, NO LE CREIAN, PERO A ESTE CHARPICO MANDAMAS DEL GOREL SI LE CREYERON, POR ESO ESTA AHI POR CHARPICO, Y LE SIGUEN MUCHOS CHARPICOS DE GOBIERNOS LOCALES, QUE MUCHAS VECES NO SABEN POR QUE ESTAN EN EL CARGO Y LO PRIMERO QUE PIENSAN ES DONDE Y COMO VAN A SACAR MAQUIAVELICAMENTE DINERO QUE PERTENECE AL PUEBLO… PERO VAMOS A VER A QUIEN ELIGE EL PUEBLO ESTA VEZ YA QUE TENEMOS UN ATRAZO DE MAS DE DIEZ AÑOS, SI QUIEREN QUE LORETO SIGA POSTRADO.. PUES SIGAN VOTANDO POR MAS CHARPICOS. E DICHO!!!
Compañero, como chiste esta bien tu Columna, pero como análisis o critica, tendrías que incluirte dentro los candidatos que criticas y a tu mismo partido como ofertantes y, pensar que gobernaron en gobiernos locales, regionales y nacionales olvidándose de sus principios, todo por tener a un mitómano, maquiavélico, ezquizofrénico, etc. como máximo dirigente. Y pensar que en el APRA a nivel nacional la capacidad de racionico dejó paso al BORREGUISMO.
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