Este martes fue intervenida la vivienda del ex director general de la PNP, Raúl Becerra Velarde, tras una operación realizada por agentes de la policía y el Ministerio Público en Arequipa. El general en retiro fue detenido en el inmueble por integrar −presuntamente− una banda criminal dedicada a traficar con menores en la región.
De acuerdo a la fiscalía, esta red delincuencial −denominada «Los Desalmados del Tráfico Humano− captaba a mujeres gestantes en situación de vulnerabilidad para luego convencerlas de entregar a sus hijos recién nacidos. Luego, los niños eran vendidos o se traficaba con sus órganos.
Becerra se habría desempeñado como colaborador y mano derecha de su pareja, Cinthia Tello Preciado, quien es sindicada como la cabecilla de la banda. A ellos se les acusa por los presuntos delitos de organización criminal, trata de personas agravada (venta de niños y bebes), y aborto.
−Cargos regionales
El ex director general de la PNP nació el 16 de enero de 1957 en el distrito de Castilla, en la provincia de Piura (Piura). Según su ficha del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), su actual estado civil es soltero.
En 1975 ingresó a la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional, de la cual egresó tres años después como parte de la promoción «Los Invencibles». En las siguientes décadas tuvo diversos cargos dentro de la institución; hasta que a mediados de la década del 2000, ya como general, asumió la jefatura de la III Dirección Territorial PNP en La Libertad, y luego de la XII Dirección Territorial PNP en Puno.
En el 2008, fue designado como jefe de la Región Policial La Libertad. Allí se convirtió en una figura polémica: mientras que un sector de la población de Trujillo respaldaba su labor por enfrentar a las bandas de delincuentes, Becerra tuvo que lidiar con numerosas denuncias sobre la existencia de un supuesto escuadrón de la muerte dedicado a asesinar criminales.
Aunque el general negó la existencia de este «escuadrón», los familiares de más de 40 delincuentes abatidos continuaron con sus denuncias, las cuales involucraban a unos cuatro agentes policiales de la región. Después de este incidente, fue reasignado a la Dirección Ejecutiva de Operaciones Policiales.
Denuncia por acoso–
En noviembre del 2010, durante el gobierno de Alan García, Becerra fue nombrado director general de la Policía Nacional en reemplazo de Miguel Hidalgo, quien pasó al retiro para asumir el cargo de ministro del Interior. En su ceremonia de inauguración, el hoy detenido se comprometió a «frenar a las bandas delincuenciales y el narcotráfico en el país».
Hidalgo fue rápidamente reemplazado por Óscar Valdés en el Ministerio del Interior (Mininter). En julio del 2011, Becerra cobró cierto protagonismo, ya que Valdés lo convocó para iniciar la implementación del plan piloto que eliminaba el denominado «1×1» en la institución. Dicha modalidad consistía en que los agentes policiales podían tener un día de descanso por cada día trabajado en alguna comisaría.
Durante esas semanas, Becerra volvería a los titulares por otra razón: se conoció que la capitana PNP Graciela Valdivia lo había denunciado por acoso sexual y abuso de autoridad en una fiscalía penal de Arequipa. Según la oficial, tras haberlo denunciado, el general la cambió cuatro veces de colocación. En una conferencia de prensa, Becerra negó conocerla.
Pese a ello, las investigaciones del Consejo Supremo de Justicia Militar determinaron que ambos se comunicaron por teléfono más de 200 veces. Eso sucedió entre noviembre del 2010 y junio del 2011. De acuerdo a un reporte, el general la llamó 83 veces, mientras que ella le devolvió 140 llamadas.
−Pase al retiro−
Durante la gestión de Becerra como director general de la PNP ocurrieron dos casos emblemáticos para la seguridad ciudadana. El primero sucedió en agosto del 2011, cuando ocho sujetos acribillaron la camioneta donde se trasladaban la hija y esposa del entonces congresista Renzo Reggiardo, por lo cual la menor resultó seriamente herida.
El segundo se registró solo un mes después: el hincha de Alianza Lima, Walter Oyarce, falleció en el Estadio Monumental tras ser empujado de uno de los palcos durante un enfrentamiento de barristas.
Tras ello, el 8 de octubre del 2011, Becerra fue finalmente destituido del máximo cargo en la Policía Nacional y pasó al retiro. Su gestión duró menos de once meses.