“El Bambú” y los ruidos molestos hace que vecinos pidan:
Hace algunos años en Iquitos se formó un Comité de Lucha Contra el Ruido que tenía la pretensión de disminuir el ruido que provocaban los tubos de escape de los motocarros. Con perseverancia se logró que las autoridades y pobladores tomen conciencia del daño que produce al organismo el elevado ruido. Sin embargo, existen establecimientos que se encuentran en la zona residencial de Iquitos, que perturban la tranquilidad de los vecinos. La Municipalidad Provincial de Maynas es la encargada de entregar licencias de funcionamiento a los establecimientos y vigilar que los decibeles sean los adecuados. Los vecinos del restaurante “El Bambú” han enviado varios documentos a la MPM donde piden que por favor impidan que ese establecimiento continúe siga perjudicando la salud de los ciudadanos. Pero hasta el momento no les hacen caso.
Pro y Contra intentó en varias oportunidades tener la versión del propietarios del cuestionado restaurante, Hugo Ramos, pero no respondió las llamadas a su celular.
El 15 de junio pasado los vecinos de la cuadra 2 de la calle Bolognesi dirigieron un memorial a la Alcaldesa de Maynas, Adela Jimenez, donde le informan que en la Cebichería Restobar Bambú viene funcionando “todos los días y los viernes y sábado toda la noche, con el uso de electroritmo con sonido elevado, que perturba nuestra tranquilidad y nuestro sueño, más aún existe publicidad que el día 17 del presente mes, se inaugurará un bar nocturno en el mismo lugar con desfile de chicas en bikini, que es propio de una discoteca, con el cual aumentará el bullicio y la presencia de personas de mal vivir y de toda clase social”.
El documento señala que “no es posible que los vecinos nos veamos afectados en nuestra tranquilidad durante nuestro sueño por la contaminación sonora y la presencia de personas de mal vivir”. Termina el memorial con esta frase: “pedimos la intervención de la Municipalidad Provincial de Maynas para que tome las medidas correctivas y el deslinde de su responsabilidad, caso contrario se tomará otras medidas.
Pro & Contra conversó con el Subgerente de Salud Ambiental de
la Municipalidad Provincial de Maynas, José López, quien aseguró que ya se hizo la inspección a este local y “parece que alguien les avisó que iríamos y cuando llegamos los decibeles estaban en los estándares permitidos”.
Según las normas vigentes en las zonas residenciales se permite
un sonido de 60 decibeles en el día y 50 decibeles en la noche. Quienes incumplan este reglamento pueden ser sancionados hasta con una UIT. Los vecinos afirman que el Restaurante “El Bambú” emite ruidos molestos y que eso perturba a los vivientes del lugar. López señala que ante la denuncia ellos tienen que coordinar con la Fiscalía respectiva para la comprobación a través de la medición de decibeles con un aparato especial.
Pero quien ha enviado cartas personales a la propia Alcaldesa Adela Jimenez ha sido la señora Marlene Dávila de Rojas. Una carta fue entregada el 13 de junio y otra el 25 de julio. En la primera señala que “procedan a admitir la denuncia por ruidos molestos, que perturban la tranquilidad pública, ruidos que provienen de un equipo de sonido del restaurante Bambú (…) dichos ruidos sonoros son ensordecedores, porque el volumen es demasiado alto y no se puede descansar, en una oportunidad mi esposo conversó sobre el asunto con la encargada del restaurante para ver si adecúan dicho sonido a los decibeles permitidos, pero a la fecha todo sigue igual”. En esa oportunidad la carta concluye con una petición a manera de imploración a la autoridad edil: “como ciudadana y vecina del lugar lo único que se quiere es paz y tranquilidad para poder descansar”.
La carta del 25 de julio es más extensa. Y más contundente también. “Pese a nuestros llamados reiterativos al señor José López Vásquez, subgerente de Salud Ambiental, pese a tener conocimiento del problema, nunca respondió las llamadas, habiendo podido comunicarme finalmente con el señor Martín Saenz Peña, de Salud Ambiental, quien pese a conocer las denuncias, manifestó que debíamos denunciar, como si no lo hubiéramos hecho, razón por la cual recurrimos ante su persona”. Se puede notar la molestia de la ciudadana, quien termina la carta así: “su persona sabrá ejercer las disposiciones necesarias para poner fin a estos hechos y llamar la atención y sancionar a los funcionarios que incumplen y omiten sus funciones, convirtiéndose prácticamente en cómplices de los agresores”.
Se podrá decir que los términos que usa Marlene Dávila de Rojas son fuertes. Pero ¿se imaginan la indignación de una vecina que tiene que soportar los ruidos molestos y no encontrar respuesta adecuada a su denuncia? Para entenderlo se tendría que poner en la situación de la vecina.
Robert Falcón, jefe de la División de Comercialización de la Municipalidad Provincial de Maynas, manifestó que la entidad edil emprenderá operativos para erradicar todos los establecimientos que emiten ruidos molestos y puso como ejemplo la colocación de parlantes por parte de empresas que comercializan teléfonos celulares. “Esos ruidos pasan los decibeles permitidos y no se puede permitir que sigan operando”, manifestó Falcón. Cuando se le pidió que se refiera específicamente al restaurante “El Bambú”, dijo que lo primero que tiene que verse es la licencia de funcionamiento para conocer en qué condiciones debe operar. “De ninguna manera permitiremos que se perjudique a los vecinos”, agregó.