Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas
Con las disculpas del caso, debido a mi ausencia de la semana pasada, regreso luego de una suerte de reflexión, sobre el futuro que esperamos los que habitamos esta región, que creo, no es muy halagador, salvo me equivoque.
A un mes de la asunción al cargo de las nuevas autoridades, en algunos casos de autoridades con experiencias en alcaldías provinciales, distritales y como regidores, el panorama no resulta nada alentador.
Una rápida mirada a los nuevos gobiernos, regional y ediles, permite darnos cuenta que, o no estuvieron preparados para asumir un cargo público, o simplemente las organizaciones a las que representan adolecían de profesionales y ahora salta a la luz.
Ejemplos hay varios. Era conocido que quienes ocupen cargos de funcionarios debían reunir los requisitos establecidos por normas ya establecidas en los municipios y gobierno regional, y lo primero que han hecho es tratar de sacarle la vuelta cuando es bien sabido que SERVIR y la Contraloría General de la República, estarán ahí para advertir de sus errores.
Pero más allá de estos detalles que pueden ser solucionables. Se han mostrado hechos, algunos tangibles, como el video del exasesor Rony Vela y el exdirector de Transporte, Juan Carlos Díaz Quintanilla, que aún falta determinar si la devolución de dinero fue por préstamo o no, y por otro lado los whatsApp, que mínimamente deberían haber sido sometidos a peritajes para su veracidad, que terminan por dar una primera impresión de una gestión regional con debilidades, ojalá, por el bien de todos, superables.
Lo real es que sea devolución de dinero o en el peor de los casos coima y que los whatsApp sean reales o no, la actual administración regional con su gobernador a la cabeza, debe abrocharse los cinturones y empezar el despegue de esta región. Ya el tiempo permitirá conocer si quienes están detrás del profesor Elisbán Ochoa están para estorbar, ponerle zancadillas y para hacer sus propios negocios, o si realmente buscaron ser autoridades para servir a la región o servirse de ella.
Pero no solo en el gobierno regional el inicio no ha sido bueno. En las municipalidades de Maynas, Punchana, San Juan y Belén, todo lo que encontraron las autoridades fue malo. Ya pues, que eso malo quede en manos de los órganos de control, se encuentre a los responsables y los sancionen. Lo malo, no puede ser excusa para no ponerse a trabajar y buscar cumplir con las promesas, porque ojo, deben recordar que no hay reelección y pueden terminar quedando en el olvido cuando en diciembre de 2022 se vayan de los cargos que ahora recién estrenan.
Con el panorama así, sería radical decir que nos espera un futuro nada alentador, cuando recién va el primer mes del primer año de gestión, de cuatro años. Sí debemos, todos, dejar los rencores, odios y demás taras, dedicarnos a sumar, en el caso de los periodistas fiscalizando no por encargo político, sino porque detrás de los que tenemos esa posibilidad están los pobladores que esperan con ansias la solución a sus problemas.
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