Los testimonios de que Omar Mateen utilizaba aplicaciones de citas para gays y que había estado en varias ocasiones en el club nocturno Pulse de Orlando ha llevado a varios a especular que fue la «homofobia internalizada» lo que lo motivó a llevar a cabo el tiroteo más sangriento de la historia reciente de Estados Unidos.
“En la comunidad evangélica cristiana en EE.UU., por ejemplo, si fueras a la iglesia cada semana aprenderías cosas horribles». Genevieve Weber
¿Pero qué es eso? ¿Y tuvo realmente algo que ver con el ataque?
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Los investigadores siguen tratando de determinar qué fue lo que llevó a este estadounidense de 29 años, empleado de seguridad y con padres afganos, a abrir fuego en el local y a matar a 49 personas y herir a otras 53.
Barajan la posibilidad de que se hubiera inspirado en los actos del grupo autodenominado Estado Islámico (EI), ya que el FBI reveló que antes del ataque juró lealtad, entre otros, a los yihadistas y porque ya había sido investigado en dos ocasiones por presunto extremismo.
Pero el padre de Mateen también sugirió que su hijo albergaba fuertes opiniones antigay,
lo cual apoyaba la creencia generalizada de que el ataque estuvo motivado por una violenta homofobia.
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«Sentimientos ocultos»
Pero a menudo que surge más información sobre los antecedentes del asesino, se está desarrollando una imagen más compleja del individuo.
Testigos aseguran que Mateen había visitado el club Pulse en varias ocasiones durante los últimos tres años y que había interactuado con hombres en apps gays.
Su exesposa, Sitora Yusufy, le dijo a CNN que es posible que el sujeto tuviera «sentimientos ocultos» sobre ser gay.
Esto ha llevado a que expertos cuestionen si el atacante se vio estimulado, al menos en parte, por un poderoso sentimiento de aversión sobre su propia sexualidad.
¿Pudo haberse visto empujado a odiar y lastimar a la gente porque se odiaba a sí mismo?
«Aunque no es común, tampoco es inaudito que una persona sea violenta hacia otros que son LGBT (lesbianas, bisexuales y transgénero) para poder compensar por algo con lo que están luchando dentro de sí mismos», explica Genevieve Weber, que se especializó en asesorar a personas que sufren homofobia internalizada y ahora enseña terapias en la Universidad de Hofstra en Nueva York.
«Esto puede ser parte de la noción: ‘si yo me diferencio lo suficiente de ellos, no puedo ser gay'», agrega.
Creencias negativas
Las definiciones de homofobia internalizada varían, pero en esencia se trata de una situación en la que individuos LGBT encuentran creencias negativas en la sociedad hacia la comunidad LGBT, absorben esas creencias y las aceptan como ciertas.
Los investigadores afirman que esto ocurre involuntariamente, y aunque Mateen sería un ejemplo muy extremo, este es un asunto que afecta a muchos individuos LGBT en algún momento de su vida.
«Desafortunadamente es un concepto muy simple», dice Ilan Meyer, investigador de política pública y leyes de orientación sexual en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
«A todos los miembros de la sociedad se les enseñan las convenciones. Aprendemos sobre estigma y prejuicios sobre ciertos grupos desde muy temprana edad».
«Así que cuando una persona comienza a reconocer que él o ella es gay o lesbiana, ya existe esa negatividad».
Los mensajes sobre la homosexualidad pueden surgir de varios lugares, incluida la familia, la escuela y las redes sociales, dicen los expertos.
La intolerancia puede ser comunicada de forma encubierta, quizás con declaraciones peyorativas como «eso es muy gay», o abiertamente como con el acoso o las enseñanzas antigay en las religiones que no aceptan los derechos de los LGBT.
«Hay muchas religiones que no son homofóbicas», dice Meyer.
«Pero en algunos casos, cuando eres religioso y escuchas mensajes negativos repetidamente de personas que son bien valoradas en la comunidad, esto se vuelve una lección dolorosa».
«Ciertamente en la comunidad evangélica cristiana en EE.UU., por ejemplo, si fueras a la iglesia cada semana aprenderías cosas horribles».
Sohail Ahmed, un joven musulmán de Londres, dice que su lucha contra su propia sexualidad lo llevó a tener creencias religiosas cada vez más extremas, hasta el punto en que incluso consideró planear un ataque terrorista.
«Investigué todos los veredictos islámicos sobre lo que debes hacer si tienes sentimientos homosexuales», le dijo a la BBC.
«Algo que surgía una y otra vez fue que necesitabas ser más religioso, orar más».
«Suena realmente paradójico… pero en realidad yo me hice más radical en mis intentos para curarme a mí mismo de ser homosexual».
Ahmed afirma que escondió su verdadera identidad de todos los que lo conocían, e incluso comenzó a creer que era «malvado».
«Comencé a pensar que quizás yo era gay como castigo de Dios por algo que había hecho. Era un sentimiento horroroso, despertar cada día con esta voz que te dice que eres repugnante, que eres malvado».
«Era un ciclo interminable. Y sólo aumentó el odio que sentía por mí mismo y por otros gays. Fue extremadamente destructivo».
Ahmed después renunció a sus opiniones extremistas y ahora ayuda a otros a alejarse del radicalismo.
Se ha declarado gay y sigue una rama progresiva del Islam que acepta a la gente LGBT.
Impacto en la salud mental
Sin embargo, los expertos advierten que la homofobia internalizada también puede tener un impacto dañino en la salud mental de una persona.
Puede causar depresión y ansiedad, impedir que la gente forme relaciones íntimas y llevarlos a hacer elecciones inseguras.
«La homofobia internalizada no es en sí misma un problema de salud mental, pero causa problemas de salud mental», dice Meyer.
«Ciertamente si estás tratando con ese período tan difícil para aceptarte a ti mismo, es muy estresante. Puede llevar a abuso de drogas o alcohol».
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La gente afectada necesita entender que es un trastorno que puede resolverse, dice Genevieve Weber.
«Con la ayuda correcta de un terapeuta o alguien que realmente entienda, la gente puede llegar a quererse a sí misma y darse cuenta de que hay toda una comunidad que puede apoyarlos».
Tanto Weber como Meyer indican que educar a la sociedad como un todo es crucial para que la gente no desarrolle homofobia internalizada y sus potenciales efectos dañinos.
Weber afirma que es importante que estas personas tengan acceso a ayuda correcta.
«Se trata de que la gente tenga un rol en el que se le muestre aceptación y asegurarse de que los trabajadores de salud entrenados en estos asuntos están accesibles para estas personas».
No se sabe si Mateen experimentó homofobia internalizada y si alguna vez trató de obtener ayuda.
Meyer afirma que no hay suficientes investigaciones para comprobar un vínculo directo entre la homofobia internalizada y la conducta violenta.
«Pero sé que Mateen no sería la primera persona que presenta homofobia interna y externamente».
Hay ejemplos de políticos conservadores anti LGBT que han sido descubiertos como gay o lesbiana por los medios, dice.
Pero en lo que se refiere al atacante de Orlando, todavía quedan muchas preguntas sin respuesta.
(Jasmine Taylor-Coleman / BBC)