La región altiplánica atraviesa uno de sus momentos más críticos en el sector turístico. Según advirtió Eduardo Mamani, reconocido empresario y promotor de turismo, Puno ha descendido dramáticamente en el ranking nacional de destinos más visitados, pasando del segundo al duodécimo lugar tras la pandemia de COVID-19. El empresario responsabilizó directamente a la falta de liderazgo y gestión por parte de las autoridades regionales y locales.
“Puno prácticamente ha quedado relegado. Esto es consecuencia directa de la dejadez y del escaso interés de las autoridades encargadas del turismo”, señaló Mamani con preocupación.
Conectividad aérea limitada y deficiente implementación aeroportuaria
Uno de los factores estructurales que estaría afectando la recuperación del turismo en Puno es la limitada conectividad aérea. Mamani comparó la situación con la región Cusco, que cuenta con más de 35 vuelos diarios desde Lima, mientras que Juliaca apenas registra entre cuatro y cinco.
Asimismo, cuestionó la implementación del nuevo aeropuerto Jorge Chávez de Lima, el cual ‘según indicó’ fue inaugurado sin una socialización adecuada ni fases progresivas de apertura. Esto, sostuvo, ha generado inconvenientes tanto en vuelos nacionales como internacionales.
“No hubo entrenamiento ni comunicación clara. Lanzaron un megaproyecto sin preparación previa y eso afectó a regiones como Puno”, explicó.
Promoción turística deficiente y escasa articulación regional
Si bien Mamani reconoció una leve recuperación en el turismo receptivo (extranjero), advirtió que el turismo interno aún no logra despegar debido a la falta de campañas de promoción y articulación entre actores locales.
“En el turismo nacional no hay suficiente promoción. Tenemos que hacer como otras regiones: ponernos la camiseta y vender lo nuestro”, afirmó, haciendo un llamado al sector turístico puneño a unirse y actuar con proactividad.
Impacto de conflictos sociales y falta de estrategia binacional
El empresario también recordó que las recientes protestas sociales afectaron gravemente la llegada de visitantes a la región. A esto se suma la falta de aprovechamiento de la conectividad con Bolivia y el encarecimiento de rutas desde Chile, que han alejado a potenciales turistas sudamericanos.
“Puno está perdiendo no solo por problemas internos, sino por no mirar hacia afuera. No hemos capitalizado nuestra posición geográfica privilegiada”, remarcó.
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