Las decenas de ambulantes instalados de manera informal convirtieron los alrededores del puerto turístico de Bellavista Nanay en tierra de nadie.

El descontrol se apoderó de la zona y no hay personal policial, ni serenos ni autoridades de salud que controlen la venta de alimentos cerca de pozos de agua que son verdaderos focos infecciosos.

Usuarios que llegan hasta aquí, no respetan las medidas de distanciamiento y desechan de manera irresponsable sus residuos.

Metros más allá existe una caseta de seguridad ciudadana, pero esta luce descuidada y abandonada.