Ante derrames de petróleo

Los pueblos indígenas dieron a conocer un pronunciamiento rechazando toda pretensión de tratar de responsabilizar de forma generalizada las acusaciones de sabotaje, chantaje y otras. Asimismo, han manifestado en diferentes pronunciamientos que esos casos concretos y específicos delictuosos o vandálicos deben investigarse y de encontrar responsabilidad ya sea (empresas petroleras, Estado o terceros) sancionar de manera ejemplar, en las jurisdicciones correspondientes. Datos clave que se encuentran en el informe de la comisión multipartidaria de derrame del congreso de la república.

La problemática y la crisis de la actividad petrolera, es a nivel internacional y en nuestro país, particularmente en la Amazonia se viene denunciando a las empresas petroleras y al Estado por la violación sistemática de los derechos fundamentales y colectivos de los pueblos indígenas y la naturaleza.

Con mucho pesar demandamos que a la fecha han demostrado poca voluntad política para resolver, solo en diálogo y más diálogo circular sin resultados concretos.

Por otro lado, entendemos la preocupación de los trabajadores petroleros; esta crisis es un claro ejemplo de lo que sucederá más adelante cuando el petróleo se agote y baje la producción junto con el precio en el mercado. El costo real en la Amazonia es demasiado; el verdadero costo del petróleo lo viven los pueblos.

Las autoridades regionales y la sociedad civil deben preocuparse, no sólo por la crisis momentánea de paralización del lote porque afecta el ingreso del CANON PETROLERO, sino por cuestionar el tema de fondo, es decir, la problemática de la actividad petrolera, la política de hidrocarburos-la viabilidad- se requiere seguridad integral, que garantice, en primer lugar, la vida de los seres humanos y de la naturaleza.

La solución a esta problemática no es declarando en emergencia la actividad petrolera, peor militarizando, esto llevará a una convulsión social. Lo lamentable es que instituciones como el IIAP, la UNAP hayan suscrito el pronunciamiento, expresando una ignorancia a la verdadera crisis del petróleo; además que estas instituciones son el soporte en la sociedad y deberían coadyuvar a ilustrar, que la explotación petrolera en la Amazonia es insostenible históricamente y por la antigüedad en la que se encuentra el Oleoducto Norperuano.

Además, estamos en un contexto de cambio climático y de crisis ambiental y social. No es posible seguir con es la ACTIVIDAD PETROLERA. Deberían estar hablando y promoviendo debates de alternativas energéticas, políticas para la matriz energética, diversificación económica; sin embargo, refuerzan la política del extractivismo.

Frente a estas posiciones hacemos un llamado, demos abrir un debate en los diferentes espacios para analizar esta problemática involucrando a todos los sectores y no parcializarse o excluir.