Desde la región de Puno, diferentes organizaciones sociales acatan una paralización que bloquea carreteras y puntos clave, rechazando al gobierno y Congreso. Amador Núñez Mamani, dirigente del FOP, afirma que la protesta responde a un descontento profundo por leyes perjudiciales. La protesta comenzó esta mañana en varios sectores estratégicos de Puno.
Diversos puntos como Patallani, Illpa, Capachica y Salcedo amanecieron bloqueados, mientras que en la ciudad de Puno organizaciones sociales se concentran hacia el centro. El puente internacional en Ilave también está cerrado.
El motivo principal es la falta del gaseoducto sur andino que no llega a Puno, según Núñez Mamani. Además, la población exige la derogatoria de la ley 32293 que elimina la autonomía comunitaria. Las autoridades regionales no han emitido pronunciamiento oficial sobre estas demandas.
Otra demanda clave es la anulación de la ley 32108 que, según el dirigente, permite acciones delincuenciales y ha generado violencia en Lima. Núñez Mamani denuncia que «en Lima hay reportes de muchas personas muertas al día y vehículos quemados». La inseguridad y leyes controversiales alimentan el malestar social.
El Congreso es criticado por aprobar normas que afectan a los trabajadores, especialmente en el sector magisterial, permitiendo despidos sin derechos. La población siente que «el Congreso solo aprueba normas contra el pueblo». Esta percepción agrava la crisis social en Puno.
El dirigente también menciona la posible ausencia del gobernador regional quien, según rumores, viajó a Francia con el director de salud. Esta información no está confirmada oficialmente. El viaje del gobernador podría complicar la relación con la población movilizada.
Ante esta situación, las organizaciones sociales planean una reunión esta tarde para definir nuevas acciones. Se prevé que la protesta se concentre frente a la sede del gobierno regional. La movilización podría intensificarse si no hay respuestas claras.
El descontento en Puno refleja una crisis política y social que impacta directamente a la población. La falta de diálogo y soluciones mantiene la tensión en aumento. La protesta es un llamado urgente a la atención de las autoridades.
La paralización afecta la circulación y la economía local, generando preocupación en sectores productivos y ciudadanos. La respuesta del gobierno regional y nacional será clave para la resolución del conflicto. El bloqueo pone en evidencia la necesidad de diálogo y acuerdos.
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