Carlos Coral, director del Hospital Apoyo Iquitos «César Garayar García», indicó que existe una norma sanitaria que prohíbe la venta de comida e intenta evitar que los ambulantes estén a 100 metros a la redonda de la puerta principal, para garantizar que no ingresen alimentos que no estén autorizados.
“La comida ambulatoria no da las garantías porque son fuentes de contaminación sobre todo para los pacientes, con la leptospirosis, enfermedades diarreicas y toda una serie de enfermedades que a la larga pueden afectarlos, a sus familiares y al mismo personal”, dijo.
En el caso de los trabajadores, a quienes identificamos que consumen la comida que expenden en los puestos instalados de manera ilegal, Coral refirió que existe un horario de refrigerio que deben respetar (12:00 a 01:00 pm) por lo que deberían venir desayunando y no estar saliendo a comer algo.
“No hay garantías, se contagian, hemos tenido casos de leptospirosis, diarreas agudas justamente por ir a comer aquí en los agachados”, comentó.
El director envió varias cartas a la municipalidad solicitando su apoyo para retirar a los ambulantes pero no se logra mucho. “Antes había una señora que vendía sus asados en la puerta del hospital, por lo menos ya no se ve eso, pero siempre uno que otro se acerca pese a que están al frente. Entiendo que es un modo de vida de ellos, pero no hay garantías”, agregó.