El Estudio de Impacto Ambiental detallado (EIA-d) del proyecto Hidrovía Amazónica presentado al SENACE por el consorcio COHIDRO no ha evaluado a fondo los impactos que el dragado tendría en la dinámica de los ríos amazónicos y la biodiversidad asociada a ellos.

– Preocupa el impacto del dragado en los ríos amazónicos y la pesca, una de las principales fuentes de alimentación no solo para las poblaciones locales asentadas a lo largo de los más de 2,600 km de este proyecto, sino para toda la región Loreto.

– La pesquería comercial y de consumo en Loreto depende fundamentalmente de la producción pesquera de los tres ríos a ser dragados por el proyecto Hidrovía Amazónica: el Marañón, Huallaga y Ucayali.

– Según la Dirección Regional de la Producción-Loreto (DIREPRO-L), el registro de la producción pesquera de consumo directo proveniente de zonas de pesca de estos ríos fue cerca de 21,000 toneladas; esto demuestra que en toda la región se pesca con fines comerciales y que esta actividad representa un ingreso importante para miles de familias.

– Especies como el boquichico o la llambina han adaptado sus formas de reproducción y alimentación al comportamiento del río y sus sedimentos, por lo tanto la alteración de su hábitat a causa del dragado puede traer consecuencias ambientales no previstas por el proyecto y, sobre todo, impactar en la seguridad alimentaria de la población loretana.

Principales preocupaciones frente al dragado

Una de las preocupaciones más latentes sobre el dragado es la alteración de la dinámica natural de los sedimentos y de las características físico químicas de los ríos, ya que los procesos de reproducción y migración -y por ende la productividad- de diversas especies de peces dependen de estas condiciones naturales para que ocurran.

Uno de estos procesos son los mijanos, que no son más que las migraciones estacionales de cardúmenes de peces para cumplir con sus procesos de reproducción o o de alimentación. Si el mijano se da al momento del dragado no se sabe hasta qué punto este podría verse interrumpido o su proceso biológico verse afectado. Esto es relevante además porque muchas comunidades ribereñas y de pescadores aprovechan estas migraciones para abastecerse de peces de consumo o generar ingresos económicos mediante su venta en los mercados de la región.

En 2018, WCS Perú registró en el río Ucayali la presencia de larvas de dorado y huevos de carachama, en pleno proceso de crecimiento. Este hallazgo se dio en época de caudal mínimo (vaciante) cuando se generan los malos pasos y, por ende, cuando tendrían que ser dragados. Por otro lado, en la Reserva Nacional Pacaya Samiria se registró preadultos y juveniles de paiche en época de máxima vaciante. Estos estudios sugieren que para continuar su desarrollo, estas y otras especies migran hacia el canal principal de los ríos y los bosques inundables entre la época de vaciante y creciente.

El dragado removerá el fondo de los ríos y alterará, por ejemplo, la turbidez del agua, esto puede hacer que que especies como el boquichico y la llambina, que se alimentan de detritos (residuos vegetales o animales) y materia orgánica presentes en los sedimentos del fondo del río, se vean afectadas por la alteración de áreas importantes para su alimentación. Además, cualquier afectación a este tipo de peces podría afectar a especies como los grandes bagres que se alimentan de especies más pequeñas como las antes mencionadas.

La importancia de los ríos Marañón, Ucayali y Huallaga para la pesca

El área de intervención del proyecto corresponde a una de las zonas más diversas en tipos de hábitats acuáticos o humedales de la Amazonía occidental, por lo tanto también es una de las zonas pesqueras más productivas de la Amazonía peruana. La gran cantidad de sedimentos que existe en estos ríos y su conexión estacional con las “cochas” y bosques inundables, promueve su alta productividad en términos de diversidad pesquera.

La pesca en el río Marañón está asociada fuertemente al mijano del boquichico, la carachama, la llambina, entre otras especies. En el pongo de Manseriche, por ejemplo, en ubicado en el distrito de Santa María de Nieva, en Loreto, se han identificado más de 150 especies de peces en un tramo de aproximadamente 50 kilómetros entre Santa María de Nieva y Saramiriza. Esta es una de las zonas de la Amazonía peruana donde más pescado se consume por persona, desde 80 gr/día en la época lluviosa hasta 500 gr/día en época seca. En 2017, DIREPRO-L identificó 214 zonas de pesca en todo el tramo del río Marañón, hasta su confluencia con el río Ucayali. En estas zonas, peces como el boquichico representan el 45% del total de pesca de consumo que llega a los puertos de desembarque en Loreto.

En el río Ucayali, en el tramo donde se ubican los ‘malos pasos’, se han registrado hasta 190 zonas de pesca y una gran diversidad de especies. Los datos de DIREPRO-L muestran que casi el 50% del pescado de consumo humano directo que se consume en Loreto proviene de las zonas de pesca de este río.

El río Huallaga, tributario del Marañón, es un río más pequeño pero con una volumen de sedimentos importante. Por ello el mayor número de ‘malos pasos’ y que figuran en el contrato de concesión de la Hidrovía, se encuentran aquí, exactamente en la zona de Progreso, Santa María, Oro Mina, Metrópolis, Providencia y Paranapura. En 2017, DIREPRO-L ubicó 16 zonas de pesca en esta zona, las cuales registran las mayores capturas durante los meses de vaciante por la formación de playas y zonas de baja profundidad.

Más información sobre el dragado

– La actividad de dragado se desarrollará en dos momentos: el ‘dragado de apertura’ al inicio de las operaciones del proyecto, y el ‘dragado de mantenimiento, el cual se llevará a cabo una vez al año durante los 20 años que dure el contrato de concesión.

– En total son 13 los malos pasos que serán dragados, según el contrato de concesión. Sin embargo, según un estudio sobre los sedimentos realizado por Royal HaskoningDHV, empresa encargada del Estudio de Ingeniería del proyecto, las zonas y volúmenes del dragado de mantenimiento se podrán calcular una vez hecho el primer dragado de apertura. Los malos pasos identificados inicialmente podrían ser un número mayor o haber cambiado de ubicación debido al cambio de dinámica de los ríos. Por lo tanto, no se tiene información sobre los nuevos ‘malos pasos’ que se podrían formar, dejando una gran incertidumbre sobre los impactos ambientales a generar con el dragado.

– De acuerdo al documento técnico del proyecto, el dragado se desarrollará en el período de transición entre creciente y vaciante, que corresponde a mayo y junio.

– Los impactos de esta actividad deberían ser evaluados en el EIA-d considerando sus impactos a lo largo del tiempo.