ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
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El primero de setiembre debería ser una fecha más importante que el 5 de enero. Pero, claro, sería si las autoridades se encargarían de elaborar un calendario cívico mínimo donde se resalte la valentía de los pobladores de esta parte de la patria. Si los que nos gobiernan entenderían que más allá de canalizaciones y pavimentaciones justas y necesarias lo que necesitamos los gobernados es celebraciones que eleven nuestra autoestima colectiva. Si los ciudadanos estableciéramos –aunque sea de manera aislada pero permanente- que más allá de bailongos, también justos y necesarios, requerimos exposiciones permanentes de hechos históricos donde se establece nuestra discrepancia con el centralismo y la secular manera de mandar al diablo las órdenes de Lima.
El primero de setiembre es la fecha que se recuerda como “la toma de Leticia” y la penúltima ceremonia que se hizo por ese acontecimiento se celebró en el ya desaparecido salón de actos “Ramón Castilla” de la también desaparecida edificación de la Municipalidad Provincial de Maynas. Quien lo organizó fue el ya fallecido arquitecto Raúl Morey Menacho, cuando ostentaba el cargo de presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional de Loreto. Y lo hizo por convicciones familiares y porque estaba convencido que esa actitud de los loretanos –que su familia apoyó logística y financieramente- era no solo una muestra de patriotismo sino un rechazo a las decisiones capitalinas. Pero ya alejado de ese cargo ninguna autoridad le ha dado la importancia que posee esa fecha. En algunas hemerotecas particulares y otras públicas aún se puede leer la participación ciudadana donde todos aportaban. Pocos eran lo que pedían y muchos los que entregaban. Qué diferencia con la actualidad donde algunos personajes ofrecen entregar su vida por Loreto y convocan a paros donde ellos mismos se niegan a renunciar a la remuneración que ostentan.
Si los líderes de opinión y otros personajes locales se olvidan de esta fecha no tenemos por qué asombrarnos que los reyes de las efemérides a nivel mundial y nacional recuerden que un primero de setiembre hace 30 años se encontraron a 3.800 metros de profundidad los restos del Titanic o que nació Javier Solís, Gloria Stefan o, también, visitó Lima en 1971 el presidente de Chile, Salvador Allende.