El ascenso del club Juan Pablo II a la Liga 1 del fútbol peruano ha generado controversia, particularmente por el papel de Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol. El triunfo del equipo sobre Comerciantes Fútbol Club, en el que se alegan decisiones arbitrales cuestionables, ha llevado a muchos a cuestionar la transparencia de la Federación y las circunstancias que rodearon la clasificación.
Daniel Gustavo, periodista de Lambayeque, destacó que la relación de Lozano con el club Juan Pablo II es sospechosa, ya que es esposo de la presidenta del equipo. Además, se ha mencionado que Lozano tiene un historial de decisiones polémicas que han afectado a otros clubes, como Juan Aurich, a quienes se les negó la licencia para participar en la Liga 2 a pesar de que otros equipos en circunstancias similares sí fueron admitidos. Esto ha provocado un descontento generalizado entre los aficionados al fútbol en Lambayeque.
Gustavo subrayó que la percepción negativa hacia Lozano se ha intensificado en la región, donde se le considera una figura que favorece intereses personales por encima de los principios del juego limpio. La situación plantea serias interrogantes sobre la integridad del fútbol profesional en Perú y la necesidad de una revisión exhaustiva de los procedimientos administrativos en la federación.