Hace una semana en nuestra ciudad se llevo a cabo La Expo-Amazonica y con relativo éxito; digo relativo porque dos semanas antes en manaus se realizó la «Feria Internacional de la Amazonia – FIAM 2019”. y para ser sincero nos llevan inmensas ventajas, tanto en número de visitantes, países participantes, volúmenes de negocios cerrados y mas. Me encantaría decir que estamos a la par y escribir sobre el desarrollo de dos ciudades tan parecidas pero con diferente manejo; mi imaginación vuela al apoyarme sobre la baranda mayor del Malecón Tarapaca, mirando el rio Itaya pensando en lo que pudo ser, en lo importante de hacer buena gestión, en la preponderancia del desarrollo de dos ciudades que comenzaron a construirse de forma paralela a partir del año 1860 Iquitos y Manaus, tanto así que a ambas se le llegó a conocer como “las ciudades gemelas del dorado del caucho”, esta referencia se debió a que estaban asentadas a orillas del mismo río, en media selva amazónica y llegó a existir una clara competencia comercial entre ambas urbes. Toda esta comparación se inició porque ambas gozaron conjuntamente de la bonanza que existió debido al descubrimiento de la vulcanización y de la cámara neumática la que dio lugar a una “fiebre extractiva del caucho”; y me ubico en esos años a finales siglos XIX y comienzos del XX, nada cercanos por cierto; para tratar de encontrar una explicación de el porqué tuvieron diferentes destinos.
La fiebre del caucho vivió su auge entre 1879 y 1912 experimentando tiempo después, una resurrección entre los años de 1942 y 1945 (debido a la 2da Guerra Mundial). La bonanza de esos tiempos, generada por el auge y el interés del mundo por el caucho hizo, por decir un solo ejemplo, de la ciudad brasilera de Manaus, localizada en el Estado de Amazonas, que sea considerada (en esa época) la ciudad más desarrollada de Brasil y una de las más prósperas del mundo; era la única ciudad de ese país en poseer luz eléctrica y sistema de acueducto y alcantarillado. Manaus vivió su apogeo entre 1890 y 1920, gozando de tecnologías que otras ciudades del sur de Brasil no poseían, tales como el tranvía eléctrico, avenidas construidas sobre pantanos desecados, además de edificios imponentes y lujosos como el Teatro Amazonas, el palacio de gobierno, el mercado municipal y la casa de aduanas.
Nuestra «Isla Bonita» es una ciudad conformada por un proyecto arquitectónico europeo, propio de sus pioneros extranjeros quienes llegaron con el propósito de establecerse, aunque mayormente para valerse de las riquezas naturales de estos predios. Por esos tiempos se disparó el proceso colonizador, atrayendo riqueza y causando transformaciones culturales y sociales. Iquitos, experimentó durante aquellos años un auge y una prosperidad sin precedentes, los patrones derrochaban el dinero que habían ganado y construían lujosas viviendas para las que importaban materiales desde Alemania, España o Portugal y otros países de Europa. Se impuso la moda europea y los caucheros vestían con las mejores telas y bebían los más finos licores. Muchas construcciones iquiteñas de esa época tenían influencia clara de la arquitectura europea como el Hotel Palace, la Casa de Hierro (cuya fabricación se le atribuye a Auguste Eiffel) y de otras construcciones que sacan a Iquitos del contexto de ahora y dan testimonio del efímero período de abundancia y bonanza. El poder económico de los caucheros era tan significativo que alcanzaron gran poder político. Esto se reflejó en la declaratoria de Loreto como un Estado Federal en 1896. A precios actuales se habla de US$800 millones en exportaciones anuales, provenientes de cientos de toneladas de látex que salían por el Brasil al resto del mundo. En aquel tiempo Iquitos tenía glamour y hasta un tranvía que recorría el centro de la ciudad.
Dentro de este contexto cae de madura esta pregunta: Porqué Manaus, teniendo las mismas condiciones de aislamiento geográfico se desarrolló mucho más que Iquitos ??…Fácil; después de la 2da Guerra Mundial ambas ciudades tomaron rumbos diferentes; a Manaus se le dotó de la infraestructura básica adecuada como un aeropuerto y un puerto moderno, incentivos para el turismo, energía eléctrica barata, una zona franca dentro de un marco tributario a largo plazo (50 años de estabilidad), donde se instalaron aproximadamente 600 industrias de alta tecnología generando más de medio millón de empleos, directos, principalmente en los segmentos eletrónicos, ruedas y químicos. Entre los productos fabricados se destacan: aparatos celulares y de áudio y vídeo, televisores, automóviles, motocicletas, concentrados para refrigerantes, entre otros. El polo Agropecuario abriga proyectos de producción de alimentos, agroindustria, piscicultura, turismo, mejoramiento de madera, entre otras. Como resultado de esto a la fecha la ciudad de Manaus tiene 6 veces más población que Iquitos, y lo más importante el ingreso percapita de un poblador es 9 veces mayor que la nuestra.
Que hicimos Mal ??…Creo tener la respuesta: Iquitos NO cuenta con la infraestructura básica adecuada, a estas alturas ya debería estar terminado el puente sobre el río Nanay que nos permita acceder a un eje carretero Iquitos – Bellavista – Mazan – el Estrecho, el puerto en “Shinchicuy” y una “ZONA FRANCA” con un marco tributario estable con un mínimo de 30 años en Mazan, que resulte atractivo para los inversionistas. Sin embargo en la actualidad nos retiraron todo tipo de beneficios tributarios debido a la miopía de unos cuantos políticos mediocres y ahora estamos pendientes de la buena utilización de los irrisorios fondos del famoso “FIDEICOMISO”, y estoy seguro que terminaremos mendigando al Gobierno Central por unas partidas adicionales; como si nosotros tuviéramos la culpa de nuestro aislamiento geográfico, interconexión al sistema eléctrico nacional, y el tendido de la fibra óptica que nos permita tener un internet más veloz, las Hidrovias con el mantenimiento adecuado, etc, etc, etc.
El dos veces Presidente Constitucional Arq. Fernando Belaúnde Terry (1963-68 y 1980-85), ha sido el gobernante que más influenció en el destino de nuestra región; después de sus viajes por el interior del país, convirtió a la Amazonia en uno de los objetos centrales de sus proyectos. Esas ideas fueron progresivamente consolidadas y, cuando asumió la presidencia en 1963 ya estaban cuajadas en un proyecto más complejo y ambicioso, de cuño claramente desarrollista. Este incluía como herramienta crucial a la Carretera Marginal de la Selva, que él veía como una especie de Panamericana del pie de monte andino-amazónico, o sea una gran vía longitudinal Sur-Norte que, se articularía transversalmente, es decir Este-Oeste, con las carreteras de penetración existentes o previstas. Completando su visión esas vías deberían articularse con los ríos navegables en selva baja (Loreto) y, luego, como se verá, con el resto de América del Sur. También creó, en 1963, la aerolínea militar Transportes Aéreos Nacionales de la Selva. La integración de la Amazonía se complementaba con varias otras obras que incluían, en especial, aprovechar el gran potencial energético de la Selva Alta y, obviamente, impulsar las actividades agropecuarias y la explotación forestal. Fue recién durante el primer gobierno de Belaúnde en el año 1964, cuando se establecen las primera ley de Beneficios tributarios para la Amazonía, que incluía un marco de estabilidad jurídica por 30 años para los inversionistas privados en Loreto; dotando a la ciudad de Iquitos de la infraestructura básica necesaria para tal fin. Lamentablemente vendría el golpe de estado y el Gobierno Militar, que terminó encarpetando esta excelente iniciativa legislativa.
Y sí aunque es verdad que las cosas dependen del cristal con que se miren, también es cierto que la historia nos dio una lección. Como que el “acucioso” senador brasileño “Gilberto Mestrinho de Medeiros Raposo” haga un “Copy Page” de la iniciativa legislativa del Ex-Presidente Belaúnde, la traduzca al portugués con algunas pequeñas adaptaciones a la realidad del Brasil y logró que se promulgue la “Ley No 288” (28 de febrero de 1967). Que terminó transformado la ciudad de Manaus gracias a su “Zona Franca” (Suframa), y un régimen llamado Zona de Procesamiento de Exportación o “ZPE”; que no es otra cosa que la instalación en ciertos lugares de zonas francas que reciben a empresas para dedicarse a la producción de bienes y servicios destinados a la exportación. Esto se generó gracias a diferentes incentivos que se les aplican a los 2 proyectos mencionados, con la finalidad de reducir las desventajas ocasionadas el aislamiento geográfico (igual que Iquitos), que de otro modo no sería interesante para las empresas radicarse allí. Entre los incentivos los principales son los fiscales y excepciones consisten en la reducción o exención de los impuestos federales, estatales y municipales. Actualmente, más de 600 empresas se encuentran en el Polo Industrial de Manaus, teniendo un ingreso de 70 mil millones de dólares anuales, a su vez se genera más de 100 mil empleos directos y otros 400 mil indirectos, lo que llevó al estado de Amazonas a ubicarse en el 3° puesto del ranking de estados brasileños que más recaudan con el sector industrial. Al margen de todo esto se incluye un modelo de desarrollo de ciudad que contempla la sustentabilidad del uso de los recursos naturales disponibles e hizo que su economía sea altamente dependiente del sector industrial, llegando a representar el 1.5% en el PIB de Brasil, Así como un polo petroquímico y una creciente industria minera. Luego de ello “Gilberto Mestrinho” fue electo alcalde de la ciudad de Manaus y llegó a ser gobernador del Estado de Amazonas en tres ocasiones.
Esto nos debe llevar a reflexionar de cómo unas simples decisiones políticas hicieron que la región Loreto quedase postergada en su desarrollo económico y el estado del Amazonas en el Brasil llegue a alcanzar los actuales niveles de superávit en su economía. No pretendo ser severo con los errores cometidos, descalabros, deficiencias e idealismos cometidos en nombre de un falso regionalismo y de las causas reales que nos impidieron alcanzar los objetivos de desarrollo y bienestar social similar al de la ciudad de Manaus. pero debemos aprender de nuestra historia, para poder comprender el presente y construir futuro próspero. Lo ocurrido en el destino de estas dos ciudades gemelas nos deja una enseñanza : siempre habrán oportunidades, la inteligencia de los pueblos es saber aprovecharlas, mirando siempre al futuro. Todavía se puede realizar un esfuerzo conjunto del GOREL, gobiernos locales y sociedad civil para sembrar la semilla del cambio, y que la ciudad de Iquitos despierte de su letargo y encuentre su verdadera identidad, que vuelvan a existir personas que sueñen y construyan espacios públicos, calles peatonales y se atrevan a hacer empresa en medio de nuestra basta región y que estos sueños pueden volver a la vida a nuestra “Isla Bonita”.