En la Amazonía norte de Perú la pregunta ¿por qué no somos verdes? Tiene muchas aristas, no creo que haya una sola respuesta. Intentaremos desbrozar algunas sabiendo que hay de por medio una maraña densa de hechos, conceptos y actitudes. Algunos lo llaman “macizos ideológicos”. Pero que nos sirva de ensayo. La primera es que nos remite, otra vez, a lo sucedido con la explotación del caucho y su súbito ocaso en un abrir y cerrar de ojos que dejó muchas expectativas en la cuneta. Ahí tenemos un gran atasco mental que nos ha inmovilizado de piernas, brazos, y como no, de ideas (hay algunos que niegan que esos crímenes ocurrieran). Hasta ahora no hemos digerido lo suficiente lo sucedido con el boom de este recurso natural. No es fácil, hubo de por medio una bonanza bañada de sangre indígena, intereses en conflicto de diferentes niveles (locales, nacionales e internacionales), explotación desmedida de un recurso natural, un modelo de desarrollo extractivista, cuestiones de política internacional entre muchos otros. Lo ocurrido en el caucho ha influido en la memoria histórica hasta el presente. Es casi sintomático en la población rechazar las ideas que vienen de fuera. Producen una fuerte alergia en la clase dirigente, política e intelectual (en la burocracia también) en este parte de la foresta. Los miran con desconfianza. Hay burlas. En muchos casos las ideas las desprecian con cierta facilidad y se posesionan a favor de los que ellos saben y conocen. Que nadie les de lecciones. Las ideas de otros van directamente a la papelera de reciclaje. Dando así a entender que los que viven en esta parte del monte tienen la verdad. Nadie les puede decir lo que pueden hacer o decir. Se tapan los oídos. Esta actitud de repulsa a las ideas que tienen que ver con el manejo de los recursos naturales ha generado una suerte de isla de pensamiento frente al debate que viene ocurriendo. El pensamiento ecologista, que tiene muchos matices, cuestiona, es la tesis central, muchos patrones de conducta en cuanto al uso de los recursos naturales y eso produce más de un incordio en la ciudadanía de este lado del bosque. Les produce una histeria colectiva de campeonato. No hay un diálogo con las ideas, nos cuesta discutirlas – en eso, hay que decirlo, por una cultura autoritaria muy peruana. Estas son desechadas de plano. Así es difícil que las ideas políticas del ecologismo puedan galvanizarse en esta región verde.

 https://notasdenavegacion.wordpress.com/