“Como ejemplo de la magnitud del desastre, señaló que en el local comunal -ubicado a 1 km de la orilla del río- el agua sobrepasa los 30 cm. Según Vásquez tan solo dos anexos, San Fernando y Bellavista, han recibido agua potable como respuesta de la Municipalidad de Balsapuerto ante la emergencia.
El colegio de la comunidad Nueva Esperanza desapareció por completo después de ser arrasada por el agua. Los niños no podrán continuar con el año escolar.
La madrugada del 28 de abril marcó un antes y un después para un centenar de familias en el distrito de Balsapuerto, en la región Loreto. La crecida del río Cachiyacu destruyó casi la totalidad de los cultivos de yuca de las familias del Pueblo Shawi. La pérdida de estos cultivos, que sirven como principal fuente de alimento para la comunidad, es solo uno de los tantos problemas que han comenzado a afectarlos. Pese a que ya pasó una semana desde el desastre, la mayoría de los grandes medios de comunicación parecen no interesarse en la tragedia.
La cifra oficial de familias damnificadas es uno de los principales datos que no parecen quedar muy claros. Mientras que Defensa Civil (Indeci) publicó que eran 38 familias, el Centro de Culturas Indígenas del Perú (Chirapaq) afirmó que asciende a 50.
La crecida del río y sus consecuencias han ido avanzando con el paso de los días. Grimaldo Vásquez Burga, un habitante de la comunidad nativa de Nueva Esperanza, afirma que la inundación es la más grande de los últimos 20 años.
“Como ejemplo de la magnitud del desastre, señaló que en el local comunal -ubicado a 1 km de la orilla del río- el agua sobrepasa los 30 cm. Según Vásquez tan solo dos anexos, San Fernando y Bellavista, han recibido agua potable como respuesta de la Municipalidad de Balsapuerto ante la emergencia. El resto sigue a la espera. Jaime del Águila Rengifo, trabajador de la Municipalidad Distrital de Balsapuerto, informó que esta entidad prepara paquetes básicos de alimentos para distribuir entre los damnificados”.
La pérdida de los cultivos de yuca no es lo más lamentable de este incidente. El colegio de la comunidad Nueva Esperanza desapareció por completo después de ser arrasada por el agua. Los niños no podrán continuar con el año escolar. Perú 21 publicó la nota y en esta duplica la cantidad de afectados.
“En tanto, Defensa Civil reportó más de 100 familias damnificadas en las comunidades de Puerto Libre, Buenos Aires, Bellavista y San Lorenzo. Al respecto, el alcalde de Balsapuerto, Magno Saavedra Cachique, dispuso el envío de agua y víveres para los afectados”.
Más que las consecuencias y desastres ocasionados por la crecida del río, que incluye la pérdida de sembríos y la destrucción del colegio del pueblo, lo preocupante es la poca cobertura que tiene la inundación. Esperamos que el Ministerio de Salud, Transportes, Educación, Vivienda y todas las entidades afines, ya se encuentre tomando medidas al respecto.
(Víctor Caballero – http://utero.pe)