Por: Dr. Roger Ricardo Ríos Ramírez

*Docente e Investigador UCP

rrios@ucp.edu.pe

No puede concretizarse los aprendizajes sin la participación de docentes; es más, el rol del profesional docente se convierte en indispensable cuando se trata, no sólo de generar aprendizaje, sino cuando se pretende obtener mejores aprendizajes, y por consiguiente mejorar la calidad de la educación. Por lo tanto, como consecuencia de mejores aprendizajes, se logra el desarrollo evolutivo de la sociedad.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que el rol del docente en el aprendizaje, la educación y la sociedad, se asocia implícita y explícitamente a diversos factores, como su formación, selección, pertenencia e identidad con la escuela, condiciones de trabajo, organización de la escuela, participación de los padres de familia, apoyo de las instituciones afines, visión profesional y la valoración que reciben.

A esto se debe agregar la presión constante que permanentemente se hace presente en el cumplimiento de su función; esto debido a los desafíos y retos que le impone la sociedad y el Estado, tanto en sus resultados, como en la asimilación y acomodo de los nuevos paradigmas educativos, los mismos que son aplicados en el contexto local como programas nacionales o políticas educativas, sin que previamente haya existido un estudio que valide su aplicación.

En cuanto a la aplicación de políticas, se “imitan” aquellas que no tuvieron en cuenta los factores asociados al rol del docente en nuestra sociedad. Las políticas extranjeras se crearon en escenarios donde los docentes tenían una relación positiva con los factores mencionados líneas arriba, mientras que en Loreto, esta relación es negativa.

Otro caso es el ya viejo emblema de desarrollar competencias para el aprendizaje, sin siquiera ser capaces de reflexionar sobre lo consecuente –el aprendizaje-, que debe invitar a la reflexión sobre la prioridad entre el conocimiento, la perspectiva o la actitud, como requerimiento primario del cual dependerán no solo el desempeño del docente, sino el aprendizaje del alumno y el escenario esperado de la sociedad.

Si se intentara determinar cuántos de los factores antes mencionados pueden no ser necesarios, o cuántos se deben cumplir necesariamente, o basta con cumplir algunos; la lógica o un simple análisis superficial, nos demuestra que todos son vinculantes; es decir, se debe observar el fenómeno educativo desde un prisma sistémico.

Para ello se debe elaborar políticas de profesionalización del docente que tengan en cuenta reformas educativas –pero no extranjeras- que se originen de la realidad y necesidades propias.

Se hace necesario el desarrollo de investigaciones que nos “hagan ver nuestra realidad”, que muestren nuestras necesidades y nuestros requerimientos, que nos permita responder ¿qué no debe hacerse? O ¿qué debe hacerse?. Ello permitirá “hacer lo que se debe hacer” para mejorar el tan aludido nivel educativo local.

 

1 COMENTARIO

  1. Muy bien ZORRO…. tu debes ser jefe de la DREL , porque conoces tecnicamente como salir de ese logo : ULTIMOS EN educacion en el PAIS: Loreto……… No puede ser — A ver si el flaco MILendez se hace una en Educacion….. Profesional capaz, con Doctorado ….. ojo… y creo que se merece una oportunidad.

Los comentarios están cerrados.