[Por: Gerald Rodríguez. N].
Si somos un país rico en minerales, hidrocarburos, biodiversidad, si somos los más inteligentes por sabernos adaptar a cualquier cultura, por ser los peruanos muy creativos, decisivos, recurseadores, innovadores y nuestros logros que a lo largo de nuestra historia se ha visto reflejada en nuestra gente, ¿por qué seguimos siendo un país en sub desarrollo, nos contentamos con migajas educativas y de servicio público, y pensamos que nuestra pobreza es por la culpa de los que nos gobiernan, que es el sistema o los políticos quien decide nuestra pobreza y que por esos estamos así?
Claro que pudiera ser una respuesta muy consoladora, pero qué hemos hechos nosotros para que eso cambiara, si cada vez que se ha tenido que escoger a una autoridad lo primero que se ha preguntado es quien pagará más por nuestro voto, si robamos, decimos que no somos ladrones, corrompimos a una persona para que nos favorezca en algún tema pendiente y decimos que no somos corruptos, exigimos que nos paguen por las ocho horas de trabajo pero no cumplimos con ellos porque dentro de esas horas, o salimos a comer, o un break, o una fiestita, o salen a visitar a las otras oficinas a ver cuál es el último chisme, y así solo se llega a la hora cumplida solo trabajando seis horas.
La disciplina es lo que hace que sociedades como Japón, suiza, china entre otras lleguen a ser culturas asociadas al trabajo en su estricta disciplina, responden a sus actos y siempre creen que el cambio está en ellos, que son ellos la materia prima con la que se construyen sus país, que de ellos depende el crecimiento económico y es que por eso que su disciplina se refleja en toda sus actitudes y en cualquier entorno cultural de sus vida. Porque trabajan con productividad e innovación es que llegan a ser las culturas de primer mundo y es por eso que no lograrán llegar a la pobreza. El trabajo paciente frente a nuestra desesperación de mejor nuestra vida mediante el facilismos el un línea de diferencia, porque no hemos entendido que el éxito llega lento. Porque el éxito llega mediante la disciplina, pausadamente, superando dificultades, que requiere de trabajo y de muchos años.
El cambio de mentalidad de pobre y mendigo por una mentalidad de grande, aprender que la riqueza más grande son las personas, aprender a trabajar en equipo, mejorar los estándares de calidad en la educación, judicializar la ausencia de los niños a la escuela, mejorar la inversiones en investigación educativa y científica y que dejemos de pensar en nuestros interés y trabajemos en colectividad, sería tan solo uno de los elementos o pilares sustanciales que se deberían mejorar para que viviendo en este paraíso dejemos de ser pobre siempre.