Es innegable la fuerza que está adquiriendo el fenómeno de los eSports a nivel global. Esta versión competitiva de los videojuegos que practican “gamers” profesionales está cosechando unas audiencias nada desdeñables, hasta el punto de que las marcas más importantes no quieren dejar pasar la oportunidad de anunciarse en estos eventos o, incluso, patrocinarlos (al evento en sí o a los equipos que participan). Hablamos de audiencias que superan los 450 millones de espectadores al año, pero con una tendencia al crecimiento que los acercará a los 580 millones en el periodo de dos o tres años, según las previsiones de algunos estudios.
Los eSports, con la gran aceptación de público que han tenido estos últimos años y su tendencia al alza, se han introducido en muchas áreas del ocio digital; las redes sociales y los blogs hoy dan buena cuenta de los torneos, así como existen apartados para las retransmisiones en directo, a menudo comentadas por algunas estrellas de la disciplina. También algunos de los más innovadores portales de apuestas, como es el caso de Rivalry, recogen desde hace algún tiempo los pronósticos en materia de deportes electrónicos para los distintos eventos de los diferentes videojuegos, en especial de los más relevantes. Incluso se han creado series de animación, como “Arcane”, que además han disfrutado de una espectacular crítica y un gran éxito de público.
Si bien este es un fenómeno a nivel mundial, lo cierto es que la organización de estos eventos tiene una importante presencia en los países asiáticos, donde los deportes electrónicos se encuentran muy asentados. Pero Latinoamérica cada vez hace un seguimiento mayor de estas competiciones, especialmente Brasil, México, Argentina y, también Perú, que está incorporando este mercado cada vez con mayor fuerza. El mejor de los ejemplos ha sido la reciente organización de la Liga Latinoamericana de “Mobile Legends: Bang Bang”, uno de los títulos más populares diseñado para celular. La excelente campaña del año pasado de un equipo compuesto por peruanos fue clave la decisión de traer este torneo a Lima. Aunque, finalmente, en esta edición, ha sido el equipo brasileño RRQ Akira quien se impuso a los locales Malvinas Gaming.
El certamen llegó a congregar, en su pico de audiencia, a más de 30.000 espectadores simultáneos. Es por ello que los organizadores están viendo a Perú como una base de operaciones sólida para continuar la expansión de estos eventos por el resto de la región. Incluso se ha llegado a contactos con las principales operadoras de telecomunicaciones del país para dar facilidades cuando los usuarios quieren acceder a los juegos que son para dispositivos móviles, como ocurre con “Mobile Legends”. Además de mejorar la conectividad, también la creación de torneos a nivel más local puede formar una “cantera de gamers” de la que saldrían futuras estrellas, sin duda.
Así, en un futuro cercano podremos tener más representantes como Enzo “Timado” Gianolli, que se clasificó para la prestigiosa final del torneo ESL One Stockholm 2022, del juego “Dota 2”, uno de los más populares de los eSports, junto con League of Legends. Su equipo, el Team SoloMid, terminó perdiendo frente a los OG por 3-1, pero su presencia en la ya fue todo un acontecimiento mundial. A nivel de equipos, la gran noticia de estos días ha sido la clasificación de Perú para la FIFAe Nations Cup 2022, del conocido juego de fútbol. Todo un logro en el que deberá competir con otras 23 selecciones nacionales para conseguir el premio de 400.000 dólares, aunque la cuantía total a repartir entre los participantes será de 1,2 millones.
Viendo el crecimiento de los eSports en Perú, hay que señalar que esto conlleva varios elementos positivos para el país, especialmente a nivel económico. Los deportes electrónicos están generando ingresos por valor de cerca de los 1.000 millones de dólares al año a nivel mundial, principalmente a través de la publicidad y los sponsors; como señalábamos antes, se trata de un escaparate inestimable para las marcas más importantes. Pero también hablamos de una gran cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos; no sólo se trata de programadores y “gamers”, sino también de diseñadores de eventos, especialistas de marketing, “coaches” y entrenadores, academias, fisioterapeutas, comercio, y un largo etcétera. Por ello, que aquellos que organizan estos acontecimientos de repercusión mundial elijan Perú, no deja de ser una buena noticia.