Periodismo para afianzar y desarrollar la cultura
Del 10 al 14 de junio, en el Centro Cultural de España en Lima (CCE), se realizará el Segundo Encuentro Internacional de Periodismo Cultural, un espacio abierto y democrático, para intercambiar, debatir, reflexionar y construir perspectivas para el desarrollo de la comunicación de culturas. El Encuentro es organizado por la Red Peruana de Periodistas Culturales y SienteMag.
Pasamos actualmente por un debate sobre la difusión de cultura y la escasez de espacios en la prensa tradicional. Por un lado, la oferta tradicional en medios disminuyó y quizás la señal más dramática se dio en los medios de prensa escrita. En muchos de ellos se redujeron no solo páginas, sino también columnas, reseñas, críticas. En más de un medio esta oferta se redujo casi a la nulidad.
Esta es una defección en nombre de una mal concebida técnica de competencia por vender más, en una era donde lo inmediato se devora una noticia que puede ser caliente en un momento y desfasada solo un par de horas después. Los periódicos venden menos y buscan mayor conexión con el llamado “público promedio”, algo parcialmente cierto, desde luego, porque hay una concepción predeterminada, y a veces estereotipada, del lector de prensa escrita.
En cuanto a televisión y radio, la percepción es de un cambio menos dramático (algo más en la radio), pero sobre todo porque los contenidos de esta categoría no fueron abundantes (la televisión de señal abierta a veces tiene una parrilla cultural enfocada en el canal del Estado y en el cable los programas han ido adecuando a los formatos que actualmente motivan una mayor conexión con una audiencia, mucho más dinámica y eminentemente audiovisual).
El mejor contenido, crítico y difusor, sobre temas culturales se encuentra ahora en blogs, páginas web, plataformas, actualizaciones en redes sociales. Pero también creó un público no solo más especializado, sino también motivó a que los medios usuales tengan que generar una oferta de estas características. Las webs de diarios ahora tienen secciones de blogs sobre literatura, cine, teatro, comics, música y demás que antes no tenían. Y una reseña en un blog puede ser tan o más leída vía digital que en impreso que genera otro espacio. Lo mismo veo en la televisión, en cable. El canal del Estado, en tanto, se puso a competir directamente con una nueva programación de programas de historia, conversación, medio ambiente.
La diversidad de espacios cultural virtuales hoy en la web tiene calidad y vitalidad no solo porque lo hacen especialistas en sus diversas disciplinas, sino porque hay un contagio que implica la profesionalización del tema. Evidentemente, los más importantes y más interesantes son aquellos que también usan adecuadamente las técnicas comunicativas para establecer un vínculo que en los medios de comunicación tradicionales es poco probable: la de la interacción y retroalimentación. Es decir, se está expandiendo, lentamente es cierto, un mercado que usualmente, desde siempre, fue reducido. El avance es mayor desde los medios digitales.
La oferta se diversificó y atomizó, es cierto, pero también generó una sana democratización. Quizás la disminución no haya sido tan dramática como creíamos. Más bien la discusión sería si la que tenemos actualmente es suficiente o es necesaria. También si la programación que tenemos es cultural o no, bajo qué esquemas los consideramos cultural o no, si mantenemos una visión nueva sobre lo que se considera o no cultural y, también, cómo no, si la oferta democrática de tener mucho contenido cultural de calidad en la web es o no efectivo, es o no encomiable. Para el debate y la reflexión.