Hoy el distrito de Punchana está convertida en un relleno sanitario, en cada esquina existen montículos de basura gigantes, los olores fétidos impregnan las casas de los vecinos provocando así el repudio a Cardama
Uno de los alcaldes más pacharacos por así decirlo, es sin temor a equivocarme Juan Cardama Guerra, el acalde de Punchana que intentó un segundo mandato y porque Dios existe no ganó.
Este burgomaestre tenía un comportamiento particular, al igual que su forma de vestir, es decir su look y, claro está, que las personas no debemos juzgarnos por el vestir, pero a veces resulta hipócrita esta frase.
Cuando trabajaba de editor en el canal 23 veía las notas que llevaba el equipo de Punchana a la isla de edición y en sus intervenciones siempre llamaba la atención el modelo de sus polos.
Por ejemplo, una vez tenía en el polo el logo de YOUTUBE -la plataforma de videos de Google- pero en realidad el logo decía YATETUBE, evidentemente fuera de cuadro, para un personaje como él en ese momento, en los fuera de cámaras post entrevista a veces por cosas del camarógrafo la cámara seguía registrando imágenes del alcalde que en ese momento quien daba el famoso “desayuno” y no precisamente al reportero de la casa televisora sino al grupo de reporteros que afanosos esperaban la culminación de la entrevista para el “desayuno”.
Otra de las situaciones emblemáticas que pasó con “Juanito mi pata” fue aquella vez que la propietaria de una discoteca de mala muerte le metió un cachetadón luego que éste le mentara a la madre cuando pretendía realizar un operativo junto a los serenos de su distrito.
Antes del golpe hubo una tormenta de groserías entre la propietaria del antro y el flamante alcalde.
Si nos pondríamos a mencionar las cosas que ha hecho este alcalde recordaríamos que una vez tuvo los huevos de retar al zar de la basura en ese tiempo, Herman Pezo. Al parecer el empresario no recogía de manera adecuada la basura en su distrito y el alcalde todo un macho trasladó basura hasta el frontis de su empresa como medida de protesta.
Después de las elecciones Juan Cardama al parecer entró en crisis, luego del 5 de octubre las quejas hacia el municipio que aun dirige llegaron en masa, el alcalde desapareció para gente que aun esperaba algo de él o que, en todo caso, él -se despida de la gente- por todo lo alto y lo recuerden como un buen alcalde o algo parecido y que, si intentaría una nueva gestión en cinco años la población volvería a confiar en mi pata.
Hoy el distrito de Punchana está convertida en un relleno sanitario, en cada esquina existen montículos de basura gigantes, los olores fétidos impregnan las casas de los vecinos provocando así el repudio a Cardama, que en vez de irse con la frente en alto prefirió largarse en la oscuridad, oscuridad en la que aun camina y que estamos seguros le seguirá.
Hoy se denunciaba en las principales radios de la ciudad que se estaban pagando proveedores allegados al alcalde (está más que claro por el porcentaje) y al proveedor de la basura NO, es por ello que el empresario si no hay plata no se mueve, así funciona y así debe ser.
A esto se suma la falta de pagos a serenos, a trabajadores, falta de mantenimiento de locales importantes para la ciudadanía.
Juan se va con la pata fracturada, querrá sin duda volver pero eso no pasará, aunque como estamos en Perú rápido olvidamos, cualquier cosa puede pasar, Juan no tuvo un buen momento en su gestión y la yapa de todo es que se va en el peor momento.