La trágica muerte de Diego Pereyra Da Silva, un efectivo del serenazgo de San Juan, ha despertado un clamor de justicia por parte de su familia. Diego falleció tras 12 días de agonía luego de un accidente laboral, dejando a dos hijos menores en la orfandad y a una viuda desamparada.
José Pereyra Pezo, padre de Diego, ha señalado directamente al jefe de serenazgo, Christopher del Risco, como responsable de la tragedia. «Mi hijo fue obligado a realizar un doble turno, lo que lo dejó exhausto. Su compañero de trabajo me confesó que Diego venía durmiendo en su hombro cuando ocurrió el accidente», explicó.
El accidente ocurrió a las 7:30 p.m. mientras Diego estaba en horario laboral, contradiciendo la versión inicial de las autoridades locales. José denunció la falta de atención médica adecuada y el desabastecimiento de medicamentos que contribuyeron al fallecimiento de su hijo. «El municipio de San Juan dejó de cubrir los gastos médicos desde el viernes anterior a su muerte. Tuvimos que hacer colectas familiares para comprar medicinas», indicó.
La familia Pereyra acusa a las autoridades de negligencia y exige justicia. «El día lunes fui al municipio, y me dijeron que no había más presupuesto para mi hijo. Esto es inaceptable. Mi hijo merecía atención médica completa y adecuada», afirmó. Además, denunció que la ayuda financiera llegó demasiado tarde y solo cubrió una parte de los gastos médicos.
«Es muy injusto que después de la muerte de mi hijo, recién nos ofrezcan apoyo para el sepelio», lamentó José. «No había dinero para salvar su vida, pero sí para enterrarlo», comentó indignado.
Pereyra solicitó apoyo para la familia de Diego, incluyendo un trabajo estable para la viuda y una pensión para sus nietos hasta que alcancen la mayoría de edad. También destacó la falta de medidas de seguridad adecuadas en el área donde ocurrió el accidente. «No había señalización ni barras de protección. Han esperado que suceda una tragedia para tomar acción», afirmó.
«Quiero que los culpables paguen por lo que le hicieron a mi hijo. Mi dolor es inmenso, pero no quiero que nadie más pase por esto», declaró José al tiempo de demandar una investigación exhaustiva y acciones legales contra los responsables.
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